La Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) revela que la mayoría de las tecnologías y sectores no consiguen actualizarse con los objetivos a largo plazo del clima, la contaminación del aire y el acceso a la energía. Su último informe ‘Seguimiento del progreso de la energía limpia’ evalúa una amplia variedad de tecnologías y sectores energéticos para ofrecer un análisis completo del progreso de la energía limpia en 2019.
El informe muestra que solamente seis de las 46 tecnologías y sectores analizados estaban «en camino» para alcanzar el escenario de desarrollo sostenible de la AIE. Este escenario mapea el recorrido para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París sobre cambio climático, permitir el acceso universal a la energía y reducir significativamente la contaminación del aire.
Por el contrario, otras 24 tecnologías mostraron cierto progreso, mientras que 16 tecnologías se encontraban en retraso.
Los ejemplos de tecnologías que se mantuvieron “en camino” a finales de 2019 incluyen los vehículos eléctricos, la iluminación y los centros de datos. Respecto al almacenamiento de energía, anteriormente «en camino», el informe indica que se ha reducido a medida que las instalaciones anuales cayeron por primera vez en casi una década.
Sector eléctrico
El estudio de la IEA revela que muchas de las mayores fuentes de emisiones globales permanecen «fuera del camino». El sector eléctrico representa alrededor del 40% de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía, y va en retraso por tercer año consecutivo.
En concreto, las emisiones del sector eléctrico cayeron solo un 1,3% en 2019, muy por debajo de la reducción promedio anual del 4% hasta 2030 que se prevé en el escenario de desarrollo sostenible.
El apartado del sector eléctrico analiza las diferentes tecnologías: energías renovables, fotovoltaica, eólica, energía hidroeléctrica, geotérmica, energía nuclear, gas natural, carbón, etc.
Seguimiento de la integración energética
Si bien las tecnologías individuales de energía limpia son los componentes básicos de las transiciones de energía limpia, también es necesario emplear sistemas de integración de energía para maximizar su impacto al aumentar la flexibilidad del sistema. En el apartado de seguimiento de la integración energética, el estudio de la Agencia Internacional de la Energía analiza el almacenamiento de energía, el hidrógeno, las smart grids y la respuesta a la demanda.
Respecto a las smart grids y los programas de respuesta a la demanda, el análisis muestra que en todo el mundo ya se vieron obstaculizados por enfrentamientos regulatorios y marcos de políticas poco favorables, con una capacidad global que se expandió un 5% en 2019, mientras que la inversión en redes eléctricas inteligentes se estabilizó.
La IEA predice que, con la disminución de la demanda de electricidad, es probable que la flexibilidad del sistema existente sea adecuada, lo que reducirá el mercado de estas tecnologías hasta que se restablezca por completo la demanda.
Impacto del COVID-19
La Agencia Internacional de la Energía advierte de que la pandemia del COVID-19 podría impedir aún más el progreso de las energías limpias, por lo que destaca la necesidad urgente de una acción gubernamental ambiciosa para cumplir con los objetivos de sostenibilidad.
La publicación de cifras actualizadas de este año se acompaña de un resumen sector por sector de los impactos de COVID-19. Este otoño, la IEA publicará otro informe para revisar todos los datos relevantes de la primera mitad del año 2020 de manera más exhaustiva.