La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha publicado un nuevo informe sobre la política energética revisada de la Unión Europea 2020, en el que reconoce los esfuerzos de la UE para que sus sistemas energéticos sean más limpios y resistentes, así como su liderazgo mundial en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
El nuevo informe de la AIE muestra que en 2019 las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea fueron un 23% más bajas que en 1990, lo que significa que ya había alcanzado su objetivo de una disminución del 20% para el año 2020, según el documento. La electricidad más limpia fue el principal impulsor de esta reducción.
La AIE destaca que la UE es líder en tecnologías de energía renovable, especialmente en energía eólica marina, y muchos de sus Estados miembro tienen políticas establecidas para eliminar el carbón. Sin embargo, el documento indica que las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector del transporte de la UE continúan aumentando, y el uso de energía en los edificios sigue siendo intensivo en combustibles fósiles.
Recomendaciones para alcanzar los objetivos
La nueva publicación de la AIE establece recomendaciones para ayudar a la UE a cumplir sus objetivos de emisiones de gases de efecto invernadero, energías renovables y eficiencia energética para el año 2030, así como sus objetivos de descarbonización a largo plazo. Destaca que serán necesarias políticas energéticas más fuertes que las que actualmente se encuentran en vigor.
El informe de la AIE describe el lanzamiento del Acuerdo Verde Europeo, con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en el año 2050, y el plan presentado por la Comisión Europea para la recuperación por la crisis del COVID-19. «Con sus planes de recuperación, la UE tiene una oportunidad real de impulsar la actividad económica, crear empleos y apoyar la transformación a largo plazo de su sector energético», destacó el Dr. Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, en la presentación del informe la semana pasada junto a Kadri Simson, el comisario europeo de Energía. Este último subrayó que la revisión de la AIE de la política energética de la UE «llega en un momento crucial, ya que debatimos las prioridades de inversión para nuestra recuperación económica y el futuro presupuesto de la UE».
Entre otras conclusiones, el informe de la AIE concluye que será necesaria una fuerte cooperación en el marco de los Planes Nacionales de Energía y Clima de los diferentes países, y también recuerda que los sistemas y mercados de electricidad de la UE necesitarán integrar una proporción creciente de energía renovable variable.