Los científicos de la Universidad de Stanford (California, EE.UU.) han desarrollado un nuevo electrolito a partir de un litio inventado para mejorar las baterías de la próxima generación de vehículos eléctricos.
Este nuevo electrolito es capaz de aumentar las baterías de metal de litio, las cuales pueden contener aproximadamente el doble de electricidad por kilogramo que la batería de ion de litio convencional.
Los investigadores crearon un compuesto sintético denominado FDMB, que incorpora átomos de flúor en la molécula de electrolito. Algunas de sus ventajas son una mayor estabilidad del líquido y la facilidad de producirlo a granel.
«Nuestra hipótesis era que la adición de átomos de flúor en la molécula de electrolito haría al líquido más estable. El flúor es un elemento ampliamente utilizado en electrolitos para baterías de litio. Utilizamos su capacidad para atraer electrones creando una nueva molécula que permite que el ánodo de litio metálico funcione bien en el electrolito”, explica Zhiao Yu, uno de los científicos del proyecto de la Universidad de Stanford.
Primeras pruebas
El equipo de Stanford probó el nuevo electrolito en una batería de litio metálico. Esta batería experimental retuvo el 90 por ciento de su carga inicial después de 420 ciclos de carga y descarga, cuando lo normal en este tipo de baterías es que dejen de funcionar aproximadamente a los 30 ciclos.
Asimismo, se midió la eficiencia culombiana, es decir, la eficiencia de la transmisión de los iones de litio entre ánodo y cátodo durante la carga y la descarga. Los resultados obtenidos fueron un 99,52% en las medias celdas y el 99,98% en las celdas completas.