El informe ‘Los territorios no peninsulares 100% descarbonizados en 2040: la vanguardia de la transición energética en España’, elaborado por Monitor Deloitte en colaboración con Endesa, analiza los territorios no peninsulares y aporta un conjunto de soluciones para descarbonizar estas regiones. Según el estudio, Islas Canarias, Islas Baleares, y las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla pueden liderar la transición ecológica e implantar un sistema energético completamente descarbonizado en 2040.
El informe elaborado por Monitor Deloitte y Endesa, ‘Los territorios no peninsulares 100% descarbonizados en 2040: la vanguardia de la transición energética en España’, destaca los beneficios que el avance en materia de transición ecológica puede aportar a los territorios no peninsulares de España en cuanto a inversión, generación de empleo, economía y eficiencia energética, así como para el resto del país, al convertirse en un banco de pruebas.
Además, el documento estima que la descarbonización energética en 2040 de Canarias y Baleares requiere una inversión de 30.000 millones de euros en los próximos 20 años, que generará importantes ahorros y reducirá la energía necesaria. Para el archipiélago canario, tendría una reducción del 40% en el coste de generación eléctrica con respecto a la actualidad, y en las Islas Baleares sería del 60%.
Sistema energético descarbonizado en 2040
Para alcanzar un sistema energético completamente descarbonizado, el estudio analiza las particularidades de los territorios no peninsulares y propone un conjunto de actuaciones en tres ámbitos: transporte, hogar y servicios.
El sector transporte es el responsable del 40-50% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla. Concretamente, el transporte particular de pasajeros por carretera alcanza el 80-85% del consumo de energía final, por lo que su descarbonización es más prioritaria que en la península. En este sentido, se propone la electrificación de la flota antes de 2040, la renovación acelerada del parque de vehículos y el cambio modal a transporte público y medios no motorizados.
Por su parte, el sector residencial genera entre el 1 y el 3% de las emisiones de GEI directas en los territorios no peninsulares, debido a que los consumos más relevantes tienen menos incidencia por el tipo de clima. La descarbonización de este sector pasa por el despliegue de la bomba de calor para calefacción y agua caliente sanitaria, además del autoconsumo.
El sector servicios es responsable del 2-4% de las emisiones de GEI directas en estos territorios. Se propone como principal solución la sustitución de equipos térmicos de gas natural y producto petrolífero, y de equipos eléctricos menos eficientes por bomba de calor.
Descarbonización de la generación eléctrica
En Canarias, un sistema eléctrico completamente descarbonizado en 2040 requeriría 10-11 GW de generación renovable, 20-25 GWh de capacidad de almacenamiento y respaldo estacional para mover excedentes de producción a momentos del año en los que hagan falta.
Entre las recomendaciones del estudio, se propone un mix renovable -25% eólico, 75% solar-, que requiere menos almacenamiento para garantizar la seguridad de suministro y, por tanto, requiere menor inversión.
Para conseguir un sistema eléctrico completamente descarbonizado en Baleares en 2040 serían necesarios 4,5-5 GW de capacidad renovable instalada, 13-14 GWh de capacidad de almacenamiento e incrementar la capacidad de interconexión neta con la península, hasta 650 MW.
El documento sostiene que, al igual que en Canarias, la generación solar en el mix energético tiene un mejor encaje con el almacenamiento, y el aprovechamiento del autoconsumo (hasta 1-2 GW) permitiría que se ocupe solo el 1% de todo el territorio o el 17% del suelo improductivo.
En el caso de Ceuta y Melilla, la descarbonización de la generación eléctrica supondría una inversión aproximada de 280-300 millones de euros. Si se materializa la interconexión planificada con la península en Ceuta, se podría cubrir la demanda de este sistema mayoritariamente con la energía de origen renovable de la península. En cuanto a Melilla, la descarbonización debe sustentarse en el desarrollo de generación basada en combustibles renovables y el fomento del autoconsumo.