Según el último informe trimestral de la Comisión Europea sobre el mercado de electricidad, correspondiente al primer trimestre de 2020, la combinación de medidas de confinamiento por el COVID-19 y un invierno cálido desencadenaron un trimestre altamente volátil para los mercados energéticos de Europa. Durante este periodo, se registró un récord (40%) para la participación trimestral de las energías renovables en la generación de electricidad, y un mínimo récord (33%) para la participación de los combustibles fósiles.
El informe del mercado de la electricidad de la Comisión Europea destaca un gran cambio en la estructura de la combinación de energía de la UE, por un lado con una caída del 30% en la generación de carbón (-38TWh) en relación con el primer trimestre de 2019 y una caída de -3TWh en el gas.
Asimismo, el documento muestra un aumento en la producción de energías renovables logrando una participación del 40% en la combinación de energía, la cifra trimestral más alta hasta la fecha. Por su parte, la proporción de electricidad generada por la quema de carbón, gas y petróleo disminuyó del 38% en el primer trimestre de 2019 al 33% en el primer trimestre de 2020. Se trata de la cifra trimestral más baja registrada, según el informe europeo.
Por otro lado, otro de los datos destacados en el informe es la reducción del 3% en el consumo de electricidad en la UE en los tres primeros meses del año.
Reducción de las emisiones de CO2
La disminución de los combustibles fósiles provocó que la huella de carbono de la generación de electricidad en la UE se reduzca en un 20% interanual en el primer trimestre de 2020, según las estimaciones preliminares. El informe de la Comisión Europea revela que a medida que el impulso de descarbonización continuó e incluso se intensificó en abril y mayo, el sector eléctrico parece estar en camino de otra disminución de dos dígitos en las emisiones de CO2 en 2020.
Como resultado de la caída de la demanda y el aumento de la generación renovable, el documento revela que los precios diarios de la electricidad se desplomaron en todo el continente, tocando fondo en abril en mínimos históricos. La disminución de los precios a plazo, que forman un componente importante de los precios minoristas, fue mucho menos pronunciada.