Hasta el próximo 11 de septiembre se pueden presentar propuestas a la consulta pública de la ‘Hoja de Ruta del Hidrógeno: una apuesta por el hidrógeno renovable’, abierta desde el 29 de julio por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). Se trata de una hoja de ruta que contempla 57 medidas y marca objetivos a 2030.
El borrador de la hoja de ruta del hidrógeno renovable tiene como objetivo proporcionar señales adecuadas para fomentar el desarrollo de estas tecnologías en España, con un gran potencial para consolidar un sistema eléctrico 100% renovable antes de 2050. Las contribuciones pueden realizarse hasta el 11 de septiembre de 2020 a través del correo electrónico bzn-h2renovable@miteco.es.
Este documento, en línea con la Estrategia Europea del Hidrógeno, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 y la Estrategia a Largo Plazo 2050, define las oportunidades que abre el hidrógeno para España en materia de reducción de emisiones de CO2, penetración de energías renovables en el sistema eléctrico, para disminuir la dependencia energética nacional, favorecer la descarbonización de los sistemas energéticos aislados, y maximizar la generación de empleo y actividad económica asociadas a la transición energética.
Además, al permitir el almacenamiento de energía a corto y largo plazo, el hidrógeno presenta ventajas como su utilización en pilas de combustible o su posible producción a partir de biogás sostenible procedente del sector agrario o de residuos sólidos urbanos, incentivando así la economía circular.
Las tecnologías de hidrógeno son interesantes en diversos ámbitos, como el residencial, pero destacan sus aplicaciones industriales. Actualmente, la industria es el principal usuario de hidrógeno en España, con un consumo en torno a 500.000 toneladas anuales, fundamentalmente producidas a partir de gas natural. En este caso, la sustitución por hidrógeno renovable representa una oportunidad para la descarbonización del sector.
Otro sector con potencial es la movilidad, como el caso del transporte pesado de mercancías por carretera, el ferroviario en líneas no electrificadas o la aviación.
Objetivos de cara a 2030
La hoja de ruta plantea objetivos de despliegue del hidrógeno a 2030, y en segundo término, diseña una visión a 2050.
De cara a la próxima década, el documento establece un objetivo de producción de 4 GW de potencia instalada de electrólisis, lo que representa un 10% del objetivo marcado por la Comisión Europea para el conjunto de la UE; un 25% del consumo de hidrógeno industrial de origen renovable en 2030; y una flota de al menos 150 autobuses, 5.000 vehículos ligeros y pesados, dos líneas de trenes comerciales propulsadas con hidrógeno renovable, y una red con un mínimo de 100 hidrogeneras y maquinaria de handling propulsada con hidrógeno en cinco puertos y aeropuertos.
Un total de 57 medidas
Las 57 medidas incluidas en la hoja de ruta del hidrógeno renovable se agrupan en cuatro ámbitos de actuación. En primer lugar, el regulatorio, que incluye la introducción de un sistema de garantías de origen, que aseguren que el hidrógeno se ha producido a partir de energía 100% renovable. Por su parte, el segundo capítulo está dedicado a las medidas de carácter sectorial, para incentivar el uso de hidrógeno renovable y la puesta en marcha de proyectos en los ámbitos industrial, energético y de la movilidad.
Asimismo, el documento recoge medidas de carácter transversal para fomentar el conocimiento del potencial del hidrógeno renovable en la sociedad. Y, por último, se aborda el fomento de la I+D+i vinculada a estas tecnologías.