La Agencia Internacional de la Energía (IEA, International Energy Agency) ha publicado el informe sobre las perspectivas de 2020 en las tecnologías energéticas, ‘Energy Technology Perspectives 2020‘, en el que analiza más de 800 opciones tecnológicas diferentes para evaluar lo que debería suceder para alcanzar cero emisiones netas para el año 2070 garantizando un entorno resiliente y seguro del sistema energético.
El informe concluye que la transición a la energía limpia solo para el sector energético supondría solamente un tercio del camino hacia las cero emisiones netas en el mundo. Para alcanzar la totalidad habrá que prestar más atención a los sectores del transporte, la industria y la construcción, que hoy representan alrededor del 55% de las emisiones de CO2 del sistema energético. Un uso mucho mayor de la electricidad en estos sectores (para recarga de vehículos eléctricos, reciclaje de metales, calefacción en edificios, entre otros) podría suponer la mayor contribución para alcanzar las cero emisiones netas, según el informe, aunque se necesitarán muchas más tecnologías.
Visión de la infraestructura energética actual
El informe estudia cómo abordar el reto de los recursos energéticos que operan en todo el mundo, incluidas las centrales eléctricas de carbón, acerías y hornos de cemento, la mayoría de los cuales se construyeron recientemente en economías asiáticas emergentes y podrían operar durante las próximas décadas. El sector energético y los sectores de la industria pesada juntos representan alrededor del 60% de las emisiones actuales, procedentes de la infraestructura energética existente. Ese porcentaje aumentará a casi el 100% en 2050 si no se toman medidas para gestionar las emisiones de los activos existentes, lo que subraya la necesidad de un rápido desarrollo de tecnologías como la captura de hidrógeno y carbono.
Será fundamental garantizar que las nuevas tecnologías de energía limpia estén disponibles a tiempo para las decisiones de inversión clave. En las industrias pesadas, por ejemplo, las inversiones programadas estratégicamente podrían ayudar a evitar alrededor del 40% de las emisiones acumuladas de la infraestructura existente en estos sectores. La innovación acelerada es crucial para esto y para ampliar las tecnologías de energía limpia necesarias en todo el sistema energético.
Papel del hidrógeno y el carbono
Se espera que el hidrógeno desempeñe un papel importante para alcanzar las cero emisiones, al formar un puente entre el sector energético y las industrias donde el uso directo de la electricidad sería un reto, como en la siderurgia y el transporte marítimo. En el escenario de desarrollo sostenible de la IEA (una ruta para alcanzar los objetivos internacionales de energía y clima), la capacidad global de los electrolizadores (para producir hidrógeno a partir del agua) aumentará desde los 0,2 GW actuales hasta 3.300 GW en el 2070 . Para 2070, estos electrolizadores consumirán el doble de electricidad de la que China genera hoy.
La captura de carbono también se emplea en una variedad de sectores en el escenario de desarrollo sostenible, incluida la producción de combustibles sintéticos y algo de hidrógeno con bajo contenido de carbono. La bioenergía moderna reemplazará directamente a los combustibles fósiles en áreas como el transporte y compensará las emisiones indirectamente mediante su uso combinado con la captura de carbono.
Hacia las cero emisiones netas
El ritmo vertiginoso de la transformación tecnológica que sería necesaria para que el mundo alcance las cero emisiones netas para 2050 se estudia en el informe ‘Faster Innovation Case’, que señala que para satisfacer el enorme aumento de la demanda energética, las adiciones de capacidad de energía renovable tendrían que promediar alrededor de cuatro veces el récord anual actual, que se alcanzó en 2019.
Los gobiernos deben desempeñar un papel importante en la aceleración de las transiciones energéticas hacia el cumplimiento de los objetivos internacionales, de acuerdo con este informe. En el mismo se destacan las áreas centrales que los responsables políticos deben asegurarse de abordar. Y señala que las medidas de incentivación económica debido al COVID-19 ofrecen una oportunidad clave para tomar medidas urgentes que podrían impulsar la economía al tiempo que apoyan los objetivos climáticos y energéticos.