El Gobierno ha presentado esta semana el ‘Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía española’. Inspirado en la Agenda del Cambio, en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, va a movilizar cerca de 72.000 millones de euros entre los años 2021 y 2023, el 50% de los recursos con los que cuenta España gracias al instrumento Next Generation EU. Además, cumple las prioridades de los fondos europeos de recuperación: la inversión verde representa más del 37% del total del plan y la digitalización cerca del 33%.
El plan diseñado para los próximos tres años se estructura en torno a las cuatro grandes transformaciones: la transición ecológica, la transformación digital, la igualdad de género y la cohesión social y territorial. Y se articula en torno a diez políticas tractoras, entre ellas la transición energética justa e inclusiva, a la que se destinará el 9% de los recursos.
Hacia un sistema 100% renovable
La transición energética, que constituye la tercera de las palancas del plan y concentra el 9% de los recursos, pretende avanzar hacia un sistema 100% renovable, abierto a la ciudadanía, las empresas y las administraciones. Para lograrlo, el Gobierno asegura que se avanzará en un marco normativo claro, estable y predecible que estimule la inversión privada en el despliegue de renovables mediante un nuevo sistema de subastas y líneas de apoyo para proyectos innovadores, con una clara apuesta por la eólica offshore flotante.
El apartado de transición energética del plan incluye el despliegue masivo del parque de generación renovable dirigido al desarrollo de energía renovable eléctrica e impulso de la cadena de valor industrial y la competitividad en los sectores industriales intensivos en energía.
Incluye un subplan específico de desarrollo de energía sostenible en los territorios insulares. Y específicamente comprende la Estrategia Nacional de Autoconsumo y la integración de renovables en la edificación y los sectores productivos, favoreciendo el despliegue de la generación renovable en todo el territorio, la generación de empleo local, la reducción de costes energéticos para familias y empresas y mayores potenciales para la digitalización y electrificación de consumos derivados de la movilidad y la climatización, entre otros.
También incorpora el desarrollo estratégico de renovables en desarrollo o creciente demanda, como la hoja de ruta del biogás, la hoja de ruta del hidrógeno renovable y la hoja para el despegue de la energía eólica marina y programas de apoyo al desarrollo tecnológico asociado a la economía azul. Asimismo, se impulsarán las comunidades energéticas, las startups e iniciativas innovadoras, y nuevas dinámicas y modelos de negocio.
Redes eléctricas inteligentes
En cuanto a las infraestructuras eléctricas, promoción de redes inteligentes y despliegue de la flexibilidad y el almacenamiento, se prevé el impulso al despliegue y la actualización tecnológica de las redes de transporte y distribución de energía eléctrica de cara a la integración de las energías renovables, la gestión de la demanda, el desarrollo del agregador independiente y los recursos energéticos distribuidos y la progresiva electrificación de la movilidad y el sector edificación.
Igualmente favorecerá el despliegue de las tecnologías de almacenamiento para acelerar el avance en la senda de la descarbonización, al tiempo que se impulsarán nuevos modelos de negocio y proyectos innovadores en integración sectorial inteligente.
Por otro lado, en materia de movilidad sostenible, cabe destacar que el plan contempla a 2023 el despliegue de 100.000 puntos de recarga e impulso al coche eléctrico.