Un grupo de investigadores de la Unidad de Procesos Electroquímicos del instituto IMDEA Energía ha desarrollado un nuevo concepto para aumentar la densidad de energía de ciertos electrolitos de baterías de flujo.
Se trata de un diseño híbrido que combina una batería de flujo con materiales activos de baterías convencionales. El material activo sólido está confinado en el interior del tanque de almacenamiento de electrolito que, a su vez, está diseñado a medida para actuar como mediador entre el material activo sólido y los electrodos de la batería, como si fuera un ‘cable químico’.
De esta manera se han conseguido densidades de energía unas 5 veces superiores al máximo teórico que podría proporcionar el electrolito por sí solo.
Investigaciones previas
Esta investigación ha sido consecuencia de la baja densidad de energía que disponen las baterías de flujo actuales, a comparación de la densidad de otras baterías estáticas, sin circulación del electrolito, como las baterías de ion litio.
Durante los últimos años se han investigado diversas estrategias para incrementar la densidad de energía de las baterías de flujo. Por ejemplo, se ha intentado aumentar la concentración de especies activas disueltas, utilizar moléculas capaces de intercambiar múltiples electrones, e incluso, sustituir los electrolitos líquidos por suspensiones estables de materiales activos de las baterías de ion litio.