Del 19 al 21 de octubre, se celebró la Semana de la Energía de MEA de Siemens Energy, una conferencia virtual que reunió a los representantes del gobierno regional y del sector privado, de todos los sectores de la energía y las finanzas, para compartir perspectivas y opiniones sobre la mejor manera de alcanzar la transición energética. A raíz de este evento, la compañía ha publicado las principales prioridades que facilitarán una transición energética exitosa a largo plazo y que permitirán a los países conseguir unas bajas emisiones de carbono.
Para alcanzar los objetivos de sostenibilidad, impulsar el crecimiento económico, crear nuevos empleos e industrias y mejorar el bienestar humano para 2050 es necesario avanzar en la transformación de la energía descarbonizada y fomentar un ecosistema de colaboración y cocreación entre las partes interesadas.
Los diez elementos clave, surgidos del evento virtual, construyen un marco flexible para la innovación, ampliamente adecuado para permitir la descarbonización del sector energético. También actúan como principios rectores para que los gobiernos, las empresas y la sociedad logren el equilibrio entre la seguridad energética y la transición hacia un futuro con bajas emisiones de carbono.
Los diez elementos clave
Los diez elementos clave se basan, en primer lugar, en el acceso a un suministro de energía estable, asequible y sostenible como un derecho humano básico; y el segundo en la disponibilidad de energía sostenible como la base de la prosperidad económica a largo plazo.
La tercera clave incide en la importancia de las hojas de ruta energéticas nacionales adaptadas para realizar de forma eficaz la transición energética. El cuarto punto trata sobre el aprovechamiento de las fortalezas individuales y el poder de las relaciones multilaterales para acelerar el ritmo de la transición energética.
El quinto elemento clave muestra la necesidad de utilizar la tecnología existente altamente eficiente como parte fundamental para tender un puente hacia un mundo sin emisiones de carbono, mientras que el sexto se centra en un sistema energético que se transformará en un ecosistema integrado para todas las nuevas tecnologías limpias.
El séptimo punto recoge que las redes de transporte y distribución altamente flexibles y fiables serán la columna vertebral inteligente de un sistema energético descarbonizado, y la octava clave trata sobre el acceso a capital a costos razonables que desempeñará un papel fundamental en la transición energética.
En la penúltima clave, la colaboración de socios sólidos resolverá los desafíos en la financiación de la transición energética. Y, por último, se deja patente que el 2020 marca el año del cambio en muchos aspectos, por lo que es el momento de actuar para conseguir una transformación energética.