La Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) y la Iniciativa Climática Internacional (IKI) han publicado un nuevo informe titulado ‘Auge de las renovables en las ciudades: soluciones energéticas para el futuro urbano’, que sitúa las soluciones de energía renovable como eje vertebrador para la descarbonización de las ciudades.
De acuerdo con el informe ‘Auge de las renovables en las ciudades: soluciones energéticas para el futuro urbano’, las ciudades son responsables de más del 70% de las emisiones totales de CO2 vinculadas a la energía, por lo que su papel adquiere cada vez más relevancia a la hora de abordar el cambio climático mediante la construcción de una infraestructura urbana resiliente al clima con energía renovable.
La integración de las renovables en los sistemas energéticos locales se ha convertido en parte de la transformación de numerosas ciudades de todo el mundo. Un total de 671 urbes de todo el mundo han establecido un objetivo renovable y más de la mitad de éstas apunta al 100% de energías renovables, encontrándose la mayoría en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, se espera que 2.500 millones de personas adicionales se conviertan en habitantes urbanos en las próximas tres décadas, el 90% de ellos en Asia y África, y sus ciudades se están quedando atrás en cuanto a objetivos renovables.
Además, la mayoría de grandes ciudades persiguen metas modestas de renovables en su mix de energía. Solo Los Ángeles (EE.UU.), con diez millones de habitantes, cuenta con un objetivo de ser 100% renovable para 2045; al igual que Madrid, Barcelona, Atlanta y Toronto, en el rango de población de cinco a diez millones; y otras 33 urbes en el rango de uno a cinco millones de ciudadanos.
El papel de la innovación y la adopción de tecnologías habilitadoras
La energía hidroeléctrica, la bioenergía y el aprovechamiento energético de residuos ya desempeñan un papel importante en las estrategias de descarbonización urbana. Y el uso de energía solar y geotérmica en las ciudades está aumentando, mientras que la capacidad de aprovechar la energía eólica dentro de las urbes avanza, pero sigue siendo mínima. En vista de la creciente demanda de refrigeración en África y Asia, la energía solar térmica se posiciona con el potencial de extenderse gradualmente al sector de la refrigeración, triplicándose de 2.000 a 6.000 TW hora para 2050.
El nuevo informe destaca la importancia de la planificación urbana y el desarrollo de redes inteligentes a través de la innovación y la adopción de tecnologías habilitadoras, como vehículos eléctricos, sistemas de almacenamiento de energía y sistemas de gestión de energía inteligente para facilitar la integración de las energías renovables. Esto también significa acoplar los sectores de energía, edificios, transporte, calefacción e industria para lograr una mayor eficiencia del sistema y mejorar la resiliencia climática.