El Balance Energético de Navarra muestra que la región ha reducido el consumo de energía final un 1,74% en 2019, en comparación con los datos registrados un año antes. Este descenso se traduce en un 2,71% menos de consumo energético per cápita y un 4,27% menos por unidad de PBI producido.
Esta reducción del 1,74% en 2019 principalmente se debe a los hogares y a los sectores de comercio y servicios, que en un año han bajado más de un 8% el uso de energía, y representan el 16,74% del total. En cuanto al transporte y la industria, que acaparan el 39,1 y el 36,1% del consumo respectivamente, se han mantenido en niveles similares a los de 2018.
El Balance Energético de Navarra 2019, que realiza una radiografía de la energía en la comunidad autónoma, ha sido presentado esta semana por el consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Manu Ayerdi, quien ha señalado que “aún queda mucho camino por recorrer”. Sobre todo, ha insistido, en lo que se refiere a la cuota que representan las energías renovables, ya que en el último año los datos han empeorado, pasando del 22,04% en 2018 al 21,41% en 2019.
Descenso de las energías renovables
Este descenso de la cuota de renovables se debe, según el consejero, a una mala producción hidráulica por el régimen de lluvias. “Hemos subido en producción eólica un 2% y otro 9% en fotovoltaica, incluido el autoconsumo; y también han aumentado el resto de renovables, pero ese incremento no ha sido suficiente”, ha explicado.
En este sentido, la producción eléctrica de renovables sobre el consumo final eléctrico ha bajado hasta el 74,38%, desde el 76,93% de 2018.
Además, el documento revela otro factor determinante en 2019 que condiciona el balance energético de Navarra, en lo que se refiere al consumo de energía primaria, es decir, la energía que se emplea para producir energía. El cierre de las centrales de carbón en el conjunto del Estado ha supuesto que varias comunidades autónomas, entre ellas, Navarra, necesitaran importar energía de otras comunidades.
El año pasado, el consumo de gas natural como energía primaria aumentó un 52%, volviendo a los niveles de 2007. “Esta realidad afecta a varios indicadores, como el autoabastecimiento en energía primaria, que disminuye casi un 20%, o la cuota de producción eléctrica con renovables sobre la producción total de eléctrica, que cae un 22,56%, del 69,22 al 46,66%”, ha recalcado el consejero.
Impulso a la producción de energía renovable
El Balance Energético de 2019 muestra que los objetivos marcados en el Plan Energético 2030 y en la Hoja de Ruta del Cambio Climático KLINA aún quedan lejos. En estos se establece una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% con respecto a 1990, así como conseguir que el 50% de la energía consumida sea renovable.
Actualmente, Navarra está buscando las vías para impulsar la producción de energía renovable, mediante la autorización de nuevos parques eólicos y fotovoltaicos. A día de hoy está evaluando 35 proyectos, a los que se sumarán otros 32 a final de año. También en infraestructuras de autoconsumo.