Zonificar el territorio en función de los previsibles impactos que se puedan presentar para la implantación de proyectos de energía eólica y energía solar fotovoltaica es el objetivo de la nueva herramienta cartográfica puesta en marcha por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). Son dos mapas, uno para cada tecnología (eólica y solar fotovoltaica) que presentan una zonificación del territorio teniendo en cuenta los valores ambientales de las distintas áreas.
En el marco del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, que prevé cerca de 60.000 nuevos MW de potencia renovable de energía eólica y solar fotovoltaica a instalar en la próxima década, los nuevos mapas pretenden ser una herramienta estratégica teniendo en cuenta el despliegue de renovables requerido.
El desarrollo de energías renovables en España, impulsado por los objetivos de transición del sistema energético hacia uno climáticamente neutro en 2050, ha contribuido a incrementar considerablemente las solicitudes para la instalación de nuevos parques eólicos y plantas fotovoltaicas en todo el territorio español. Además, la implantación de este tipo de instalaciones tiene una repercusión sobre el medio ambiente, cuya evaluación es necesaria en el marco de la legislación comunitaria, estatal y autonómica de evaluación ambiental.
Este escenario ha puesto de manifiesto la necesidad de disponer de un recurso que ayude a la toma de decisiones estratégicas sobre la ubicación de estas infraestructuras energéticas. Por ello, el Miteco ha creado esta herramienta que permite identificar las áreas del territorio nacional que presentan mayores condicionantes ambientales para la implantación de estos proyectos, mediante un modelo territorial que agrupe los principales factores ambientales, cuyo resultado es una zonificación de la sensibilidad ambiental del territorio.
Pretende ser una herramienta orientadora que sirva para la toma de decisiones de los responsables de planificación y promotores de proyectos. Desde el Miteco destacan que la disponibilidad de la información en una fase temprana permitirá que esos proyectos puedan tener en cuenta los criterios adecuados desde el inicio de su tramitación, facilitando la misma.
Grandes instalaciones de energía renovable eólica y fotovoltaica
El estudio se ha centrado únicamente en proyectos de grandes instalaciones de generación de energía renovable eólica y fotovoltaica de competencia estatal, cuyo fin es su venta a la red, y se ha basado en la experiencia acumulada en la evaluación ambiental de proyectos de estas características.
La metodología de trabajo se basa en la utilización de técnicas de evaluación multicriterio aplicadas al territorio mediante Sistemas de Información Geográfica, que permiten llevar a cabo un análisis territorial utilizando la cartografía digital de todos los factores ambientales de interés.
Cada indicador ambiental se representa cartográficamente en una malla de 25×25 metros, diferenciando la presencia o ausencia del mismo en el mapa mediante ceros y unos. Estos indicadores son tratados de manera diferenciada para energía eólica y energía fotovoltaica, empleando criterios ambientales comunes en algunos indicadores y diferenciados en otros, en función de la vulnerabilidad del factor ambiental afectado por estos proyectos. En consecuencia, se obtendrán dos modelos diferentes de zonificación ambiental: uno para energía eólica y otro para energía fotovoltaica.
Mapas de sensibilidad ambiental
La herramienta de zonificación ambiental para energías renovables consiste en dos capas de información (una para energía eólica y otra para energía fotovoltaica) que muestran el valor del índice de sensibilidad ambiental existente en cada punto del mapa, y los indicadores ambientales asociados a ese punto.
Los mapas de sensibilidad ambiental permiten identificar los potenciales condicionantes ambientales en las distintas áreas del territorio nacional para la implantación de estos proyectos, mediante un modelo territorial que agrupe los principales factores ambientales, cuyo resultado es una zonificación en niveles de sensibilidad ambiental.
La elevada resolución de los mapas, con cuadrículas de 25×25 metros y disponibles para su visualización en el geoportal, permiten zonificar el territorio en función del índice de sensibilidad ambiental obtenido a partir del modelo.
El manejo de estos mapas permitirá conocer ese nivel de sensibilidad ambiental (índice) y, especialmente, los indicadores ambientales asociados, que permitan una mejor caracterización de cada entorno de cara a las decisiones de diseño y ubicación de los potenciales proyectos.
Índice de sensibilidad ambiental
El servicio Modelo de zonificación ambiental para la implantación de energías renovables: eólica y fotovoltaica. Sensibilidad ambiental y clasificación del territorio, se incluye dentro del directorio de Evaluación Ambiental/Modelo de zonificación sensibilidad ambiental para energías renovables, cuya información cartográfica y alfanumérica se presenta con valores para el índice de sensibilidad ambiental que van desde 0 (sensibilidad máxima) a 10.000 (sensibilidad baja) en una rampa de color que destina lo más oscuro para la sensibilidad ambiental máxima (no recomendado).
Las zonas de máxima sensibilidad ambiental son aquellas en las que, a priori, no sería ambientalmente recomendable implantar este tipo de proyectos, debido a la presencia de elementos ambientales de máxima relevancia: núcleos urbanos, masas de agua y zonas inundables, espacios naturales protegidos, humedales de importancia internacional, reservas de la Biosfera, o bienes del Patrimonio Mundial de la Unesco, entre otros.
En el resto de zonas el nivel de sensibilidad ambiental se determina a partir de indicadores ponderados, en función de los valores ambientales que concurren, como pueden ser Hábitats de Interés Comunitario, impacto visual, Áreas Importantes para la Conservación de las Aves, etc.
Cabe señalar que se han tenido en cuenta únicamente las estructuras principales del proyecto, los aerogeneradores o paneles fotovoltaicos, sin tener en cuenta el resto de instalaciones asociadas (subestaciones y líneas eléctricas, accesos, etc.). Además, esta herramienta será objeto de actualización periódica, debido a la propia actualización de la información que sirve de base para su cálculo: declaración de nuevos espacios protegidos, actualización de cartografía de hábitat y especies, etc.
Ámbito de la zonificación
El ámbito de la zonificación presentado se restringe al medio terrestre de la Península, Canarias, Baleares y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, y está enfocado para proyectos de grandes instalaciones de generación de energía renovable, eólica y fotovoltaica. No incluye pequeñas instalaciones de autoconsumo, infraestructuras aisladas de poca potencia o que se ubiquen en cubiertas o tejados de edificios o suelos urbanos, pequeñas instalaciones de I+D+i, ni tampoco se dirige a instalaciones offshore, ya que el alcance del modelo se restringe al ámbito terrestre.
Del mismo modo, este análisis tampoco valora la fuente energética que motiva la instalación de esas infraestructuras, es decir, no se incluye la cantidad de recurso disponible (viento y radiación solar). Estas cuestiones se podrán incorporar en etapas posteriores de estudio con un mayor detalle.
Evaluación ambiental
Esta herramienta es una simplificación de la realidad para poder conocer el territorio desde un enfoque general y estratégico, por lo que no exime del pertinente procedimiento de evaluación ambiental al que deberá someterse cada instalación en su caso.
De hecho, los valores del modelo no prejuzgan el resultado de una declaración de impacto ambiental. Las zonas que presenten una sensibilidad ambiental de menor grado no implican directamente que cualquier proyecto allí ubicado vaya a obtener una resolución ambiental favorable, ni que un proyecto que se ubique en una zona con muchos condicionantes ambientales vaya a obtener necesariamente una resolución ambiental desfavorable.
De esta forma, los resultados de la herramienta se han de tomar como una recomendación, dirigida a ayudar a los promotores de estos proyectos a elegir de manera preliminar una localización más favorable ambientalmente, así como a facilitar a la administración pública que deba realizar la evaluación ambiental de los mismos y al conjunto de la sociedad, los datos ambientales orientativos que concurren en cada parte del territorio nacional. En definitiva, se trata de una herramienta que sirve de orientación para la toma de decisiones de los responsables de planificación y promotores de proyectos, en un escenario en el que se prevé un gran despliegue del parque de generación renovable en los próximos años.