Acaba de constituirse Ekiola Energia Sustapenak, una sociedad para la promoción de cooperativas ciudadanas de generación de energía sostenible. La iniciativa nace para impulsar y hacer efectiva en la Comunidad Autónoma de Euskadi la Estrategia Europea de cambio energético, que se cimienta en el empoderamiento de la ciudadanía en la generación y gestión de energías renovables para su consumo, a través de las nuevas figuras de consumidor activo y comunidad energética.
El Gobierno Vasco y la Corporación Mondragón han dado a conocer esta semana la constitución de esta nueva sociedad. Ekiola es fruto de la colaboración público-privada entre el Ente Vasco de la Energía (EVE) y la ingeniería promotora Krean. Se pretende constituir un modelo de integración masivo, que cambie la visión de la energía de cada municipio en que se implante, que integre a su comunidad en una realidad de autogestión cooperativa y responda a las necesidades energéticas de todas las personas que se adhieran al proyecto.
Se trata de un proyecto de cooperación que permite la participación directa de consumidores en la gestión y la involucración de ayuntamientos, otras administraciones, y agentes locales relevantes en el control de las instalaciones a generar.
En breve, el municipio de Azpeitia se convertirá en la primera localidad en poner en marcha el proceso que conllevará la puesta en marcha de una instalación solar en la localidad. Las Diputaciones Forales de Araba y Gipuzkoa van a firmar en los próximos días sendos acuerdos con la sociedad para el impulso de este tipo de infraestructuras en sus correspondientes territorios.
Creación de cooperativas energéticas
La creación de cooperativas energéticas hará posible la existencia de infraestructuras energéticas de una dimensión significativa (parques solares de entre 1 MW a 5 MW de potencia), que generarán energía de cercanía (kilómetro 0), con el objetivo final de que las personas o familias que formen parte de la cooperativa se aprovechen de las economías asociadas a las instalaciones fotovoltaicas, identifiquen como propias dichas instalaciones, y generen en las mismas un volumen de energía equivalente a todo su consumo eléctrico.
La sistemática con la que se ha diseñado la gestión y viabilidad de estos proyectos se basa en la adquisición de una parte de la propiedad de la cooperativa por sus consumidores, con un coste equivalente al consumo energético de su vivienda.
En concreto, cada cooperativa construirá y operará instalaciones con un coste de generación estable, por un plazo de operación prolongado (25 años o incluso superior) y que se gestionará para un volumen importante de personas o familias de manera que las instalaciones tendrán las economías propias de un proyecto de mediana/gran dimensión.
Los resultados revertirán a los cooperativistas en sus facturas eléctricas, de manera que cada cual verá anualmente el resultado de la generación de su instalación, tanto en términos económicos como eléctricos.
Cada persona podrá entender cómo consume energía y cómo la genera su instalación, y podrá establecer estrategias de consumo para ajustar y mejorar sus economías y lograr así la mayor proximidad posible entre su forma de generar y de consumir. La pertenencia a la cooperativa llevará consigo una inversión para la compra de los paneles que configuran la instalación con un funcionamiento de 25 años o más. La inversión se le irá restituyendo poco a poco según planes de retorno que se personalizarán en cada proyecto. En paralelo, en las facturas anuales se reflejarán los resultados económicos asociados a la generación eléctrica.
El Gobierno Vasco informa que ya se han iniciado contactos con varios municipios y administraciones que están avanzando en diferentes estadios para que las primeras cooperativas vean la luz en 2021.