El Departamento de Políticas Digitales y el Instituto Catalán de Energía (ICAEN) han impulsado la primera red de autoconsumo de energía compartida basada en blockchain, a través de un proyecto piloto consistente en la conexión del Juzgado de Rubí (Barcelona) y el IES Torrent los Alous, a través de la red para maximizar el rendimiento de las placas solares del instituto, reducir el gasto energético y permitir la gestión y compartición de la energía generada.
Con este proyecto piloto, enmarcado dentro de la Estrategia Blockchain de Cataluña, se quiere validar la aplicabilidad de la tecnología blockchain y su potencialidad en los proyectos de transformación y transición energética dentro y fuera de la administración pública.
Proyecto piloto de autoconsumo compartido
Esta es la primera experiencia de autoconsumo compartido a través de la red entre dos instalaciones de titularidad de la Generalitat. El proyecto piloto permite interconectar la red eléctrica de ambos edificios con usos públicos y así gestionar y compartir de manera inteligente la energía generada por las placas solares instaladas en el instituto público.
De este modo, se habilita una nueva forma de compartir la energía más flexible que la que se contempla con la normativa actual, de forma que la energía generada en la instalación fotovoltaica y que no sea consumida por el instituto podrá ser derivada automáticamente a los juzgados. Las dos instalaciones verán reducida su factura energética.
Tecnología blockchain para digitalizar la energía
Compartir la energía generada en la instalación fotovoltaica del instituto es posible gracias a la tecnología blockchain, que actúa como garante del proceso en las lecturas de generación y consumo para cada partícipe de la instalación. La tecnología blockchain certifica la generación y consumo de la energía generada garantizando su origen de energía verde, el volumen producido, el lugar y la franja horaria tarifaria aplicable.
Esta tecnología permite, de forma fehaciente, digitalizar la energía, gestionar los excedentes con la plena garantía de su origen verde, permitiendo una trazabilidad desde la generación al consumo y generando un ingreso pasivo a los propietarios de las instalaciones de autoconsumo.
La autoproducción de electricidad a partir de la energía fotovoltaica es uno de los ejes del nuevo modelo energético hacia el que avanza Cataluña, y está creciendo de manera acelerada en el país. Según datos del Observatorio del Autoconsumo Fotovoltaico, ya existen 8.229 instalaciones de autoconsumo, de las que 5.829 se pusieron en marcha en 2020. La posibilidad de compartir la energía autoproducida de forma sencilla y segura incrementa aún más el atractivo de este tipo de instalaciones.