El ‘Informe sobre el resultado de la subasta para el otorgamiento del régimen económico de energías renovables, celebrada el 26 de enero de 2021, y su efecto en el funcionamiento del mercado eléctrico y en el fomento de energías renovables’, ha sido publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El nuevo documento recomienda una serie de mejoras para el diseño de las próximas subastas de energías renovables.
Las recomendaciones que ofrece la CNMC en su informe afectan a aspectos como la comunicación de los resultados de la subasta, la sincronización del calendario indicativo de subastas con la ordenación de las solicitudes de acceso, la celebración de subastas específicas o neutras, el número de tramos que se ofertan en la subasta, la duración del periodo de inserción de pujas o la salvaguarda de competencia, entre otras mejoras.
Primera subasta renovable bajo el nuevo marco retributivo
En la subasta celebrada el 26 de enero de 2021, la primera bajo el nuevo marco retributivo aprobado por el Gobierno en diciembre, el 67,1% (2.036.264 kW) de la potencia fue adjudicada a la tecnología fotovoltaica a un precio medio ponderado de 24,47 €/MWh. Por otro lado, el 32,9% (997.914 kW) se adjudicó a la tecnología eólica terrestre, a un precio medio ponderado de 25,31 €/MWh.
Los precios medios de ambas tecnologías fueron similares, lo que según la CNMC revela que hubo competencia entre ellas por la adjudicación.
La potencia adjudicada a la tecnología fotovoltaica tiene el 28 de febrero de 2023 como fecha límite para estar disponible, mientras que el 29 de febrero de 2024 es la fecha límite de disponibilidad de la potencia adjudicada a la tecnología eólica terrestre.
Los 3.034 MW adjudicados representan en torno al 11% del incremento de potencia renovable previsto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para el año 2025 (28.234 MW), respecto al año 2020.
La CNMC destaca que la incorporación de esta potencia contribuirá a reducir el precio del mercado diario cuando desplace a tecnologías marginales más caras, además de reducir las emisiones de CO2 en un volumen estimado entre un millón y millón y medio de toneladas anuales.