La Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) y el Programa Internacional de Energía Clingendael (CIEP, por sus siglas en inglés) han elaborado un informe titulado ‘El hidrógeno en el noroeste de Europa: una visión hacia 2030’. El estudio señala que se requiere una mayor cooperación e implementación de políticas para acelerar el despliegue del hidrógeno en la región como vector de energía limpia.
El informe ‘El hidrógeno en el noroeste de Europa: una visión hacia 2030’ explora los desarrollos y políticas en la materia, así como el potencial de colaboración en la región en este campo. Este documento ha sido elaborado para contribuir a los diálogos intergubernamentales sobre el potencial de un mercado regional del hidrógeno, un debate establecido en la Iniciativa Ministerial de Hidrógeno de Energía Limpia 2020.
Según el estudio, aunque el panorama político actual proporciona un impulso para la transformación de la industria del hidrógeno en el noroeste de Europa de cara a 2030, es insuficiente para aprovechar completamente el potencial para desarrollar una cadena de valor de hidrógeno bajo en carbono a gran escala. En este sentido, señala que unas políticas más ambiciosas en línea con los objetivos del Pacto Verde Europeo o la Ley de Cambio Climático de Reino Unido agilizarían esta transformación.
Así, de adoptarse un marco político de apoyo, el informe apunta que la demanda de hidrógeno en el noroeste de Europa podría crecer hasta un tercio y el hidrógeno bajo en carbono podría cubrir más de la mitad de la producción, frente al 10% actual.
Cuatro prioridades
Los países del noroeste de Europa ya han realizado avances en el desarrollo de su visión del papel del hidrógeno en sus estrategias energéticas a largo plazo. Estos Estados se enfrentan ahora al reto de ir más allá del debate nacional para establecer un diálogo regional.
Con el objetivo de aportar información a este diálogo, el estudio identifica cuatro prioridades que deben abordarse. En primer lugar, se trata de aprovechar el potencial no utilizado para cooperar en el ámbito del hidrógeno en el noroeste de Europa.
También señala la identificación de los elementos necesarios para desarrollar un mercado regional integrado y elaborar esquemas de apoyo con una visión holística de la cadena de valor del hidrógeno. Por último, recomienda identificar las mejores oportunidades para la descarbonización de la producción actual de hidrógeno y desplegar un suministro adicional bajo en carbono de manera simultánea.