El Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER, dependiente del Cabildo Insular de Tenerife) y la Universidad Politécnica de Valencia desarrollarán el proyecto CAV-TH con el objetivo de mejorar la gestión de las plantas hidroeléctricas. En concreto, el proyecto desarrollará un nuevo sistema de monitorización de turbinas de centrales hidroeléctricas capaz de detectar fenómenos de cavitación, una de las principales causas de fallo en este tipo de elementos.
La cavitación es uno de los principales problemas que se encuentra en las turbinas. En concreto, en las turbinas hidráulicas de las centrales hidroeléctricas su detección es vital, ya que este fenómeno se produce por el paso del agua a alta presión a través de sus elementos, derivando en la erosión de las palas y causando el fallo de las turbinas. Estas máquinas son cruciales en la producción de energía eléctrica en las plantas hidroeléctricas, por lo que es esencial poder monitorizar y prevenir este efecto.
Detección y monitorización de la cavitación
El proyecto CAV-TH, coordinado por el ITER, desarrollará un sistema para el control y gestión de las turbinas en plantas hidroeléctricas con el objetivo de detectar y clasificar diferentes fenómenos de cavitación de la forma más precoz posible. La solución estará basada en la monitorización a tiempo real de las vibraciones y fluctuaciones de presión producidas en las turbinas, que generará un flujo de datos con los que se podrá alimentar una potente algoritmia para detectar las diferentes tipologías de cavitación que se den.
A partir de estos resultados se desarrollará una plataforma digital que servirá para asistir en la toma de decisiones a los responsables del mantenimiento de estas máquinas.
El proyecto CAV-TH, que cuenta con un presupuesto total de 449.118,2 euros, está cofinanciado por el Programa Estatal de Investigación, Desarrollo e Innovación Orientada a los Retos de la Sociedad del Plan Estatal de Investigación Científico-Técnica y de Innovación 2017-2020 en el marco de la Convocatoria Retos-Colaboración 2019.