La planta fotovoltaica de Iberdrola ubicada en el municipio de Azaila (Teruel) se ha puesto en marcha. El parque cuenta con una potencia instalada de 50 MW e integra 142.740 módulos fotovoltaicos, que permiten producir energía limpia equivalente a las necesidades de consumo de 24.300 viviendas al año. De esta forma, se evita la emisión de 19.000 toneladas de CO2 anuales.
El proyecto Azaila se ha desarrollado bajo la estrategia de Iberdrola para la conservación de la diversidad biológica de los ecosistemas. De esta forma, este proyecto promueve el acceso de ganado ovino a la instalación fotovoltaica para el aprovechamiento de pastos, garantizando la convivencia entre instalaciones renovables y actividad agroganadera.
La compañía prevé alcanzar ‘la pérdida neta nula’ de biodiversidad en 2030 apostando por el impacto neto positivo en los nuevos desarrollos de infraestructuras, combinando la instalación de proyectos renovables con la conservación de la diversidad biológica de los ecosistemas, cuidando flora, fauna y patrimonio natural.
Más proyectos renovables
Con este nuevo proyecto, la compañía refuerza su apuesta por Aragón donde ya opera cerca de 500 MW, la mayoría de ellos renovables. Asimismo, se prevé duplicar esta potencia en los próximos años con la tramitación de otros 500 MW verdes con proyectos como las plantas fotovoltaicas Peñaflor, Fuendetodos y Escatrón, que cuentan con acceso de conexión y análisis ambiental.
Adicionalmente, Iberdrola tiene previsto promover el desarrollo de proyectos eólicos y fotovoltaicos que suman más de 700 MW en diferentes zonas de la comunidad.
Estas acciones se suman al plan de inversión de 75.000 millones de euros para el período 2020-2025 de Iberdrola, que tiene como objetivo duplicar su capacidad renovable y aprovechar las oportunidades de la revolución energética que afrontan las principales economías del mundo.
Las inversiones en España para el período se elevan a cerca de 14.300 millones de euros y la mitad, más de 7.000 millones de euros, irán destinadas al desarrollo de nuevos proyectos renovables, mientras que más de 4.500 millones irán dirigidos a robustecer y seguir digitalizando las redes eléctricas.