Dentro de la segunda convocatoria de ayudas SolBal 2, un total de 38 nuevos proyectos fotovoltaicos han sido seleccionados, de forma provisional, en las Islas Baleares. Los proyectos provisionalmente adjudicados suponen un total de 142 MWp. La convocatoria, que se ha gestionado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), destinará 18,77 millones de euros en ayudas para el desarrollo de las nuevas instalaciones solares fotovoltaicas, lo que se traducirá en una inversión aproximada de 108 millones de euros.
El pasado mes de marzo, las Islas Baleares presentaron a esta segunda convocatoria un total de 44 proyectos, de los cuales 38 han sido seleccionados en la resolución provisional, que ha sido firmada por la Dirección General del IDAE, como órgano instructor. Los resultados se han publicado y comunicado a los beneficiarios provisionales. Se abre ahora el período de alegaciones, tras el cual se publicará la resolución definitiva de la convocatoria.
Un total de 142 MWp
Está previsto que estas nuevas instalaciones estén operativas antes del 31 de diciembre de 2022. Su puesta en marcha incrementará la aportación de energía solar fotovoltaica al mix eléctrico en Baleares en 142 MWp, sumándose a los 326 MWp que se adjudicaron en la primera convocatoria SolBal en noviembre de 2019 y que se encuentran actualmente en construcción o parcialmente en servicio.
De los 38 proyectos, 28 se pondrían en marcha en la isla de Mallorca, con una potencia de 111,5 MWp y un valor de ayuda asociada de 14,6 millones de euros. En la isla de Menorca se ubicarían seis proyectos (30,2 MWp) con ayudas por valor de 4 millones de euros. Por su parte, en Ibiza se ubicarían cuatro instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo en cubierta (0,5 MWp en total) que recibirían una ayuda conjunta de 80.000 euros.
Del total de instalaciones adjudicadas, once se ubicarán en cubierta o marquesina, mientras que el resto se instalarán en suelo. Además, el 26% de los proyectos adjudicados tienen menos de 1 MW de potencia, y el 81% de los proyectos no superan los 5MW, priorizando así proyectos de pequeñas dimensiones, más adaptados a la realidad territorial de Islas Baleares.
Programa SolBal 2
El programa SolBal 2 está cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), que busca reforzar la cohesión económica y social en la Unión Europea y corregir las desigualdades que existen entre sus regiones.
Esta es la quinta adjudicación de potencia renovable en los territorios no peninsulares, después de las convocatorias para tecnología eólica en Canarias (EOLCAN y EOLCAN 2) y para tecnología solar fotovoltaica en Baleares (SOLBAL) y Canarias (SOLCAN). De forma conjunta suponen la movilización de 156 millones de euros en apoyo público y, aproximadamente, de 910 millones de euros de inversión.
Esta nueva edición de SolBal ha incorporado mejoras con respecto a la anterior, priorizando instalaciones con menor impacto sobre el territorio. Así, la ayuda prioriza las instalaciones de menor tamaño o sobre cubierta; además, se tiene en cuenta de forma específica las marquesinas para aprovechar espacios antropizados, aparcamientos, etc.; y para las instalaciones en suelo, se limita a aquellas instalaciones que ocupen una superficie igual o inferior a 20 Ha.
Promoción de renovables en territorios insulares
La promoción de energías limpias en territorios insulares es uno de los objetivos del vigente Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que reconoce el potencial de las islas para protagonizar su propia transición energética y la oportunidad que ofrece su singularidad geográfica para erigirse como campo de pruebas para tecnologías o políticas exportables al resto de la península.
La puesta en marcha del programa SolBal 2 está enmarcada dentro del objetivo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) de promover estrategias de energía renovable en los archipiélagos canario y balear, en colaboración con los respectivos Gobiernos autonómicos e insulares, que permitan, a su vez, reducir los correspondientes sobrecostes energéticos que implica la singularidad de estos territorios.