Confirmar el compromiso de descarbonizar el sector energético en la lucha contra el cambio climático es el objetivo de la declaración firmada esta semana por los ministros de los 42 países miembros de la Unión por el Mediterráneo, a la que pertenecen los 27 Estados miembros de la Unión Europea y 15 países mediterráneos no pertenecientes a la UE. El texto acordado confirma la intención de establecer una nueva vía de transición hacia las energías limpias para la región, así como las prioridades para fortalecer la cooperación regional en el sector energético.
El lunes 14 de junio se celebró la tercera reunión ministerial de energía de la Unión por el Mediterráneo. La declaración fue acordada por los ministros en Lisboa, en un encuentro organizado por el ministro portugués de Medio Ambiente y Acción por el Clima, João Pedro Matos Fernandes, en representación de la Presidencia del Consejo de la UE, y copresidida por la comisaria de Energía de la UE, Kadri Simson, y la ministra de Energía y Recursos Minerales de Jordania, Hala Zawati.
Las principales prioridades para la región destacadas en la declaración incluyen la integración gradual de los sistemas y mercados energéticos al tiempo que se garantiza la seguridad de la demanda y el suministro de energía; el refuerzo de interconexiones eléctricas y redes eléctricas inteligentes; el impulso de la eficiencia energética; la necesidad de tomar las medidas adecuadas para atraer inversiones privadas en energías renovables sostenibles y en eficiencia energética; así como el papel de la investigación y el desarrollo, la innovación y la digitalización en el apoyo a la transición hacia economías y sociedades justas, inclusivas, resilientes y bajas en emisiones, así como eficientes en el uso de los recursos.
Nueva ambición de transición hacia las energías limpias
La declaración, adoptada por consenso, subraya la importancia de establecer una nueva ambición de transición hacia las energías limpias para la región.
En concreto, el texto se refiere a acelerar la implementación de planes de trabajo y objetivos para facilitar el despliegue de unidades de producción de energía renovable y una mayor aplicación de la eficiencia energética. Entre otras cosas, habla de abordar el desafío de hacer que el sector del gas sea sostenible promoviendo el hidrógeno limpio y sus derivados.
En el texto también se solicita una mayor cooperación en materia de innovación e intercambio de conocimientos y mejora de la integración del mercado. Se reconoce la importancia de la inversión, y no solo se piden acciones para intensificar las inversiones públicas y privadas en energías renovables sostenibles, sino que también se subraya la importancia de facilitar la financiación de proyectos energéticos y asegurar la coherencia de las intervenciones en el sector energético.
Además, la declaración también destaca la necesidad de aumentar la concienciación pública sobre cuestiones energéticas, climáticas y medioambientales, especialmente entre las generaciones más jóvenes.