La Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) y el Instituto de Investigación de Energía Eléctrica (EPRI) han firmado un Memorando de Entendimiento (MoU) para avanzar en una electrificación global del sector energético basada en las energías renovables y la eficiencia energética.
Firmado por el director general de Irena, Francesco La Camera, y el presidente y director ejecutivo de EPRI, Arshad Mansoor, el acuerdo proporciona el marco para la cooperación en la búsqueda de los objetivos compartidos para promover una transición energética sostenible en todo el mundo.
El pasado 22 de julio, coincidiendo con la Reunión Ministerial del G20 sobre Medio Ambiente, Clima y Energía en Nápoles, La Camera se reunió con Katie Jereza, vicepresidenta de Asuntos Corporativos de EPRI, para discutir los próximos pasos de la cooperación.
Hacia un sector eléctrico sin carbono en 2050
Según el acuerdo, Irena y EPRI intercambiarán conocimientos e investigaciones específicas de la industria, por ejemplo, sobre la electrificación con energías renovables, la digitalización de la energía, la electromovilidad y la adopción de energías renovables variables (ERV) a través de la planificación a largo plazo o el acoplamiento sectorial.
Al pronunciarse sobre este acuerdo, Francesco La Camera indica que ante un contexto como el actual, en el que la electrificación con energías renovables es la opción económica más sensata, hay que asegurar que la electricidad renovable se pueda integrar en los sistemas de energía a gran escala, maximizando los beneficios al menor costo. «Nuestra colaboración con EPRI será fundamental para asesorar a los países sobre la electrificación de la demanda de energía y, al mismo tiempo, cumplir con los objetivos de sostenibilidad y clima global, impulsando el crecimiento económico, la competitividad y la creación de empleo», explica La Camera.
Por su parte, Arshad Mansoor declara que las energías renovables han pasado de ser un recurso de energía limpia prometedor a un componente esencial de una combinación de energía baja en carbono. «Ya sea que esté trabajando para lograr objetivos climáticos audaces o para traer luz a una nación en desarrollo, las energías renovables juegan un papel importante en la satisfacción de las necesidades energéticas cambiantes del mundo», y añade que, a través de este acuerdo, «EPRI e IRENA pueden identificar juntos formas más efectivas de aprovechar la energía renovable para un futuro energético más limpio».
La transición energética requerirá una descarbonización casi completa del sector eléctrico para 2050, complementada con una rápida electrificación de usos finales como el transporte y la industria.
Intercambio de ideas y mejores prácticas
El World Energy Transitions Outlook de Irena considera que la electricidad es el principal portador de energía, aumentando del 21% actual a más del 50% del consumo total de energía a nivel mundial para 2050. Durante el mismo período, el 90% de las necesidades totales de energía serían abastecidas por energías renovables. Para entonces, dos tercios de toda la capacidad renovable instalada provendría de fuentes de energía variable (VRE, Variable Renewable Energy), como la energía solar fotovoltaica y la eólica.
Reconociendo la importancia de la flexibilidad en los sistemas de energía como elemento clave para la integración de las energías renovables, particularmente las VRE, Irena y EPRI también han acordado compartir ideas y mejores prácticas para ayudar al sector eléctrico a identificar problemas, brechas tecnológicas y necesidades más amplias que pueden ser abordados mediante programas eficaces de investigación y desarrollo en beneficio de la sociedad.
La amplia investigación de EPRI para permitir un futuro energético más limpio incluye acelerar el desarrollo y la demostración de tecnologías energéticas bajas y nulas en carbono. A través de la Iniciativa de Recursos Bajos en Carbono (LCRI), EPRI y el Instituto de Tecnología de Gas (GTI) están liderando conjuntamente una colaboración global dirigida a avances fundamentales de las tecnologías bajas en carbono, tan necesarias para la descarbonización profunda, como hidrógeno, amoníaco, combustibles sintéticos y biocombustibles.