El Gobierno de Navarra aprobó la semana pasada el proyecto de Ley Foral de Cambio Climático y Transición Energética. El documento, que aportará un marco normativo e institucional para hacer frente a los efectos negativos derivados del cambio climático, será remitido al Parlamento de Navarra para su debate y aprobación.
El proyecto de Ley Foral de Cambio Climático y Transición Energética de Navarra recoge medidas concretas para la mitigación y la adaptación al cambio climático que competen a diferentes áreas como las energías renovables y la movilidad, además de la edificación, el alumbrado público, el medio natural y la biodiversidad, el entorno urbano o las personas más vulnerables.
Impulso a las energías renovables en Navarra
El proyecto de ley incluye diferentes medidas en materia de energía. Entre otras cuestiones, se establece que las instalaciones de energía solar se ubicarán prioritariamente en suelo urbano y urbanizable para asegurar su ordenada implantación sobre el territorio y garantizar la conservación de los valores naturales más relevantes. En caso de hacerlo en suelo no urbanizable, el Gobierno de Navarra regulará los criterios y condiciones ambientales y urbanísticas para su implantación.
Asimismo, el Ejecutivo foral impulsará la implantación en el territorio navarro de comunidades ciudadanas de energía o comunidades de energía renovable, en colaboración con los municipios. Y en el marco de su competencia, fijará las acciones para la transición, cierre o sustitución de las centrales térmicas ubicadas en la región.
Además, a partir de 2025 el 50% de la energía eléctrica consumida por la Administración Foral, las entidades locales y sus organismos públicos deberá ser certificada como 100% de origen renovable (clasificación A) y, a partir de 2030, toda la energía eléctrica consumida deberá ser 100% renovable (clasificación A).
Otras medidas establecen que a partir de 2030 las administraciones y sus organismos públicos no podrán arrendar inmuebles que no posean la consideración de edificio de consumo casi nulo, y que en cinco años todas las explotaciones agrícolas y ganaderas con un consumo anual superior a 1.000 kwh deberán implantar energías renovables en sus instalaciones para garantizar que al menos el 15% del consumo sea en régimen de autoconsumo.
Movilidad sostenible y puntos de recarga
El proyecto de ley destaca que los municipios de más de 5.000 habitantes, individualmente o de forma conjunta con otras localidades colindantes, adoptarán planes de movilidad sostenible.
Los edificios públicos de nueva construcción que tengan asociado aparcamiento deberán contar con puntos de recarga de vehículos eléctricos. Y en el plazo de dos años, las entidades locales de más de 1.000 habitantes deberán disponer de al menos un punto de recarga de 7,4kW, como mínimo, de uso general público por cada mil habitantes que permita la recarga de ciclomotores, bicicletas eléctricas y otros vehículos de movilidad personal.
Otras medidas hacen referencia a que las empresas distribuidoras y comercializadoras de electricidad, de agua potable y de gas, no podrán interrumpir los suministros a las personas o a las familias en situación de vulnerabilidad económica, en los términos que reglamentariamente se establezcan. De hecho, se establece que en dos años el Gobierno de Navarra elaborará una estrategia de transición justa que realice un diagnóstico de los sectores económicos y sociales afectados por la transición energética y establezca medidas para paliar sus efectos negativos.
Dentro del apartado de Gobernanza, el proyecto de ley establece que en el plazo de un año el Gobierno de Navarra deberá iniciar los trámites para la creación de la Agencia de Transición Energética de Navarra. Cabe destacar que el texto también recoge un régimen sancionador. Se explicita una serie de sanciones, desde leves, hasta graves o muy graves, y que contemplan multas desde 600 euros hasta un millón.