Eurostat ha informado que en el primer semestre de 2021, los precios medios de la electricidad para el consumidor doméstico en la UE aumentaron ligeramente en comparación con el mismo período de 2020, situándose en 21,9 euros por 100 kWh. En este periodo, los impuestos y tasas representaron el 39% de las facturas.
Los precios de la electricidad doméstica subieron en 16 Estados miembros, siendo Eslovenia el país con mayor aumento, un 15%, por delante de Polonia (8%) y Rumanía (7%).
Por su parte, los Países Bajos (-10%), seguidos de Chipre (-7%) y Lituania (-6%) fueron los países con mayor descenso en el precio de la electricidad. Las reducciones de impuestos impulsaron principalmente la bajada en los Países Bajos, donde aumentó la desgravación.
Expresados en euros por 100 kWh, los precios medios más bajos se alcanzaron en Hungría y Malta, 10 y 12,8 euros, respectivamente. En el lado opuesto, las tarifas más altas se registraron en Alemania (31,9 euros) donde el consumidor tuvo que pagar tres veces más que en Hungría y un 45,6% más que el resto de la UE.
Los precios más altos
En el ranking de los precios más altos, tras Alemania se encuentra Dinamarca (29 euros), Bélgica (27 euros) e Irlanda (25,6 euros). En quinto lugar, con 23,2 euros por 100 kWh, se sitúa España.
Las estadísticas europeas oficiales para la segunda mitad de 2021 estarán disponibles en abril de 2022.