En 2020 el empleo en energías renovables a nivel global alcanzó los 12 millones de puestos de trabajo

El empleo en energías renovables a nivel global alcanzó los 12 millones en 2020, frente a los 11,5 millones en 2019, según la octava edición del informe publicado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena). El estudio confirma que la pandemia causó retrasos e interrupciones en la cadena de suministro, con impactos en los trabajos. En la elaboración del ‘Renewable Energy and Jobs: Annual Review 2021‘, la Agencia ha contado con la colaboración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El informe revela que en 2020 el empleo sólo creció en 0,5 millones de puestos de trabajo en la industria de las energías renovables.

Si bien los trabajos de energía solar y eólica continuaron liderando el crecimiento del empleo mundial en el sector de las energías renovables, con un total de 4 millones y 1,25 millones de puestos de trabajo respectivamente, el empleo de biocombustibles líquidos disminuyó a medida que decreció la demanda de combustibles para el transporte.

China tuvo una participación del 39% de los trabajos de energía renovable en todo el mundo en 2020, seguida de Brasil, India, Estados Unidos y miembros de la Unión Europea. Muchos otros países también están creando puestos de trabajo en las energías renovables. Entre ellos se encuentran Vietnam y Malasia, exportadores clave de energía solar fotovoltaica; Indonesia y Colombia, con grandes cadenas de suministro agrícola para biocombustibles; y México y la Federación de Rusia, donde la energía eólica está creciendo. En África subsahariana, los trabajos de energía solar se están expandiendo en diversos países como Nigeria, Togo y Sudáfrica.

Políticas ambiciosas para crear empleo

Reconociendo que las mujeres sufrieron más por la pandemia porque tienden a trabajar en sectores más vulnerables a las crisis económicas, el informe destaca la importancia de una transición justa y trabajos decentes para todos, asegurando que los salarios sean dignos, los lugares de trabajo sean seguros y los derechos de los trabajadores sean respetados. Una transición justa requiere una fuerza laboral diversa, con igualdad de oportunidades para mujeres y hombres, y con trayectorias profesionales abiertas a los jóvenes, las minorías y los grupos marginados. Las normas internacionales del trabajo y los acuerdos de negociación colectiva son fundamentales en este contexto.

El documento de Irena añade que cumplir con el potencial de empleos de energía renovable dependerá de políticas ambiciosas que impulsen la transición energética en las próximas décadas y, además, habrá que superar las barreras estructurales en la economía en global y minimizar los posibles desajustes entre la pérdida de empleos y las ganancias durante la transición.

De hecho, el trabajo de Irena y la OIT concluye que la transición energética generará más puestos de trabajo que los que se perderán. Un escenario de sostenibilidad global de la OIT para 2030 estima que los 24-25 millones de nuevos puestos de trabajo superarán con creces las pérdidas de entre seis y siete millones de puestos de trabajo. Unos cinco millones de los trabajadores que pierden sus puestos de trabajo podrán encontrar nuevos puestos de trabajo en la misma ocupación en otra industria. El World Energy Transition Outlook de Irena prevé que el sector de las energías renovables podría emplear a 43 millones en 2050.

Estrategias para fortalecer la creación de empleo

La interrupción de los suministros transfronterizos causada por las restricciones de COVID-19 ha puesto de relieve el importante papel de las cadenas de valor nacionales. Fortalecerlos facilitará la creación de empleo local y la generación de ingresos, aprovechando las actividades económicas nuevas y existentes. Para aprovechar las cadenas de suministro locales, el trabajo de Irena ofrece información sobre los tipos de trabajos necesarios para respaldar la transición por tecnología, segmentos de la cadena de valor y requisitos educativos y ocupacionales.

Esto requerirá políticas industriales para formar cadenas de suministro viables; estrategias de educación y formación para crear una mano de obra calificada; medidas activas del mercado laboral para proporcionar servicios de empleo adecuados; reciclaje y recertificación junto con protección social para ayudar a los trabajadores y las comunidades que dependen de los combustibles fósiles; y estrategias de inversión pública para apoyar el desarrollo económico regional y la diversificación.

 
 
PATROCINIO BRONCE
Salir de la versión móvil