El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha adjudicado de manera definitiva 179 millones de euros en ayudas del mecanismo de compensación de costes de emisiones indirectas de CO2 correspondiente a 2020. En total, se han aprobado 210 peticiones y se han atendido el 93% de las subvenciones solicitadas.
El objetivo de las ayudas para compensar los costes de emisiones de CO2 son reforzar las capacidades industriales, promover el empleo y mejorar la competitividad de los sectores industriales en un contexto de recuperación económica y social.
En línea con el último objetivo y con el fin de garantizar un precio de la energía competitivo, el Gobierno ha intervenido en los tres componentes de la factura eléctrica -la parte fiscal, los costes fijos del sistema y el componente energético- para minimizar el impacto que la subida del precio energético está teniendo en la gran industria.
Como parte de la estrategia para reforzar la industria, se han adjudicado 179 millones de euros en subvenciones para un total de 210 solicitudes correspondientes a 170 empresas industriales, algunas con varias instalaciones, cuyo pago se prevé para el mes de diciembre. Asimismo, se han destinado 200 millones de euros del Fondo Español de Reserva para Garantías de Entidades Electrointensivas (FERGEI), operativo desde el pasado 4 de noviembre, para avalar la firma de contratos de energía a largo plazo.
La siderurgia, el sector más beneficiado
La siderurgia es el sector más beneficiado, con más de 74 millones de euros en ayudas, seguida del químico (34,7 millones) y el papel (31,7 millones). En cuanto a las comunidades autónomas más beneficiadas, se trata de Asturias y Cataluña, con 34,3 y 33,6 millones de euros, respectivamente; seguidas del País Vasco con 24,8 millones, Andalucía con 23,4 millones, Aragón 17,3 millones y Galicia con 12,5 millones.
La Unión Europea permite a cada Estado miembro compensar los costes indirectos de las industrias de determinados sectores o subsectores a los que se considera expuestos a un alto riesgo de fuga de carbono debido a los costes relacionados con las emisiones de CO2 repercutidos en los precios de la electricidad.