Un estudio de la Cátedra de Sostenibilidad Energética del IEB-Universitat de Barcelona sostiene que la adecuada formación de los nuevos profesionales del sector energético determinará el éxito de las políticas de energía y clima. Este informe coloca a España como el segundo país europeo con más demanda de profesionales energéticos.
El informe se ha realizado a partir de las opiniones de expertos del sector y del análisis de 12.000 ofertas de trabajo en países de todo el mundo. Forma parte de las actividades de divulgación de la Fundación Naturgy sobre temas relacionados con el sector energético.
El documento, que identifica los nuevos perfiles profesionales del sector, sostiene que para que la transición energética sea también un éxito en el ámbito laboral, las administraciones deben estrechar lazos entre los centros educativos y el mercado laboral, actualizando la oferta educativa, fomentar las soft skills en los estudios, avanzar en el desafío de la educación STEM y apostar por una Formación Profesional de calidad e innovadora, entre otras medidas.
Especialidades energéticas más demandadas
Transformación tecnológica, energías renovables, eficiencia energética, finanzas verdes y sostenibilidad y orientación al cliente son las cinco especialidades más demandadas por las empresas energéticas en el marco de la transición energética actual, según el estudio elaborado por la Cátedra de Sostenibilidad Energética del IEB-Universitat de Barcelona.
El estudio coloca a España como el segundo país europeo con más demanda de profesionales energéticos, después de Alemania, y seguido de Francia, Reino Unido e Italia. Estos cinco países concentraban más de la mitad de los nuevos puestos de trabajo en tecnologías verdes en 2018.
El nuevo escenario tecnológico está impulsando nuevos perfiles profesionales como técnicos de proyectos en energías renovables, especialistas en redes eléctricas en parques eólicos, especialistas en sistemas fotovoltaicos, ingenieros de diseño o expertos en contratos de suministro de energía.
Asimismo, el impulso al hidrógeno y la digitalización de las redes también está dando lugar a profesiones emergentes como la de desarrollador de proyectos de hidrógeno verde, desarrollador de diseño de redes eléctricas inteligentes o especialista en integración de tecnologías de almacenamiento.
Efectos de la transición energética
Según el estudio, los expertos del sector sostienen que los estudios reglados actuales no vienen con el conjunto de habilidades necesarias para hacer frente a la revolución que se está produciendo en el sector energético, especialmente en lo referido a las energías renovables y la sostenibilidad ambiental. Por ello, destacan la urgencia de actualizar contenidos, detectar carencias formativas y buscar nuevas herramientas para mantener el sector actualizado a través de acuerdos de cooperación con centros formativos y administraciones, además de promover en las titulaciones las llamadas soft skills.
Entre las principales carencias, los expertos entrevistados alertan sobre la falta de competencias digitales, lingüísticas y de comunicación y destacan la baja presencia de la mujer en el sector energético, así como la necesidad de revertir esta situación, promoviendo su participación en carreras STEM desde edades tempranas.
La transición hacia un modelo energético verde y sostenible constituye una oportunidad para la economía española pero todo proceso transformador conlleva a su vez unos riesgos. Entre los colectivos más afectados, el informe identifica los trabajadores con bajos niveles formativos y de competencias, los trabajadores de tecnologías obsoletas dentro de la Agenda Verde 2050 -por ejemplo, centrales térmicas de carbón o petróleo- y los trabajadores de la industria energética afectados por la deslocalización de procesos y con limitaciones para la movilidad geográfica.
Colectivos vulnerables
El colectivo más vulnerable es el de las personas con un muy bajo nivel formativo, seguido de las personas con reducidas competencias numéricas o en áreas STEM. Dentro del colectivo de vulnerables por sus reducidos niveles de competencias STEM, conviene prestar especial atención a la población activa de mayor edad y a las mujeres.
El estudio también identifica la dependencia económica de algunas localidades de sus instalaciones energéticas, que se están desmantelando como consecuencia de la Agenda Verde 2050. Por ello, destaca que la transición energética puede suponer una oportunidad para cerrar la brecha con la España rural, dada la naturaleza descentralizada de buena parte de las nuevas tecnologías energéticas.
Para tratar de reducir el impacto en estos colectivos, la capacidad de ampliación y renovación de las competencias y la movilidad geográfica son dos de los principios de actuación que se pueden implementar, según el informe. Las propias empresas energéticas suelen contar con planes de formación propios para suavizar la transición energética y son conscientes de la existencia de colectivos vulnerables.