Si Cataluña aplica de forma intensiva las estrategias para transformar el sistema energético, puede alcanzar la neutralidad climática en 2050. Esta es la conclusión a la que ha llegado la Prospectiva Energética de Cataluña 2050, elaborada por el Instituto Catalán de Energía (Icaen). Tras analizar los posibles escenarios, el documento advierte de que los objetivos fijados por la Unión Europea no se alcanzarán si no se llevan a cabo dichas estrategias.
En el escenario objetivo, el análisis prevé un fuerte decrecimiento del consumo de energía final hasta alcanzar una reducción del 30,3% en el período 2017-2050. Además, cada vez más consumos pasarán a ser eléctricos, con el objetivo de aprovechar su flexibilidad para introducir energías renovables y reducir emisiones contaminantes.
Electrificación de la demanda y renovables
En 2030, la electrificación de la demanda se espera que sea del 34,2% y para 2050, del 76,4%. Para ese año, será necesario incorporar hasta 12.000 MW de energías renovables, cifra que deberá crecer hasta los casi 62.000 MW en 2050, 18 veces la potencia instalada actualmente.
El estudio del Icaen estima que Cataluña puede cubrir el 97,5% del consumo de energía primaria con energías renovables empleando el 2,5% de su territorio para usos energéticos. La energía solar térmica, la biomasa, el biogás o los subproductos de origen renovable pueden utilizarse para sustituir energías fósiles para usos térmicos o bien para la generación de electricidad gestionable.
En este escenario, el hidrógeno producido a partir de energías renovables tendrá un papel significativo. Se calcula que el uso como combustible o materia prima en el sector energético, transporte e industria será de casi 95.000 toneladas en 2050.
Neutralidad climática
En cuanto a las emisiones de CO2, el sector energético catalán emite 34 millones de toneladas, lo que representa el 72% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero de Cataluña.
En el escenario objetivo, las emisiones del sector energético se reducen casi a cero, mientras que si no se llevan a cabo las medidas propuestas, las emisiones sólo disminuirían hasta los 26 millones de toneladas.