La consulta pública a lo largo de todo el ciclo de implementación de los proyectos de interés común (PCI) de infraestructuras energéticas transeuropeas es clave para que los ciudadanos conozcan los beneficios locales de estas iniciativas y tengan plena confianza en ellas. Este es uno de los principales hallazgos de un estudio europeo cuyo objetivo último es garantizar el éxito de los PCI como herramienta para la consecución de los objetivos climáticos de la Unión Europea.
La Dirección General de Energía de la Comisión Europea encargó en 2019 un estudio para analizar los factores que obstaculizan o impulsan la aceptación social de los proyectos de interés común y, posteriormente, identificar las estrategias y acciones más innovadoras para aumentar la confianza de los ciudadanos.
Tras dos años de trabajos empíricos, el informe final de resultados ya se encuentra disponible en la Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, bajo el título ‘Acciones y estrategias innovadoras para aumentar la conciencia pública, la confianza y aceptación de proyectos de infraestructura energética transeuropea’.
Los PCI en la política climática de la UE
El Reglamento sobre las directrices para la infraestructura energética transeuropea (Reglamento (UE) 347/2013 o Reglamento RTE-E) identifica varias prioridades para cumplir los objetivos de la política climática de la Unión Europea en términos de integración del mercado, seguridad del suministro y sostenibilidad.
A raíz de dicho Reglamento, se han establecido en la Unión Europea varios grupos regionales, formados por promotores de proyectos, reguladores, ministerios gubernamentales de los Estados miembros y otras partes interesadas relevantes, con el fin de identificar y apoyar el desarrollo de las infraestructuras energéticas más necesarias para la transición energética, consideradas como proyectos de interés común (PCI).
Estrategias de comunicación
Para completar el mercado interior de la energía de la UE es necesario dotar de transparencia a los beneficios que los PCI pueden aportar a nivel local, y establecer estrategias de comunicación eficaces. Bajo esta premisa, el informe de la Comisión Europea analiza los factores que impulsan u obstaculizan la aceptación social de los proyectos, basándose para ello en una investigación documental y una encuesta paneuropea realizada en todos los Estados miembros.
El documento recoge dos estudios que incluyen un análisis de los PCI implementados en dos regiones piloto y un mapeo de los actores locales, así como su nivel de concienciación y aceptación. Sobre la base de este análisis, se desarrollan estrategias de comunicación y campañas de difusión adaptadas a las particularidades de cada comunidad.
Consultas públicas tempranas
Los hallazgos clave de este estudio destacan la necesidad de una consulta temprana y la participación de los ciudadanos, las comunidades locales y las partes interesadas tanto en la fase de diseño de un PCI, como a lo largo de todo el proceso de implementación.
El objetivo principal es garantizar que el proceso de toma de decisiones incluya a todas las partes que se verán afectadas por la infraestructura energética y brindarles una plataforma para compartir sus puntos de vista, opiniones, objeciones y alternativas.
Aunque los promotores de proyectos tienen la obligación de realizar consultas públicas en el marco de la implementación de PCI, de acuerdo con la legislación y los estándares europeos y nacionales, el estudio concluye que la aplicación sistemática de consultas públicas a lo largo de todas las fases de implementación de los proyectos es clave para garantizar el conocimiento, la confianza y, en última instancia, la aceptación de los PCI.