Matemáticos de la Universidad de Nottingham han hallado que una alta absorción de paneles solares puede hacer que la red eléctrica sea más susceptible a interrupciones de suministro. El equipo de científicos ha utilizado datos de medidores inteligentes para rastrear cómo cambia la composición de la red con el tiempo y ha descubierto que el principal problema es la cantidad de fluctuación que existe en el suministro de energía renovable a pequeña escala. Proponen programar de forma inteligente la liberación de la energía almacenada como solución a este problema.
La generación doméstica constituye un componente clave de la integración de las energías renovables e incluye la tarifa que recibe el productor por suministrar su energía almacenada aguas arriba a la red. Este suministro de energía es impredecible con generadores que se encienden y apagan de forma intermitente. En este escenario, los hogares adoptan el papel de consumidores o de productores según la hora del día, la estación o las condiciones meteorológicas. Estas fluctuaciones pueden poner a la red en riesgo de interrupciones en el sistema.
La creciente proliferación de fuentes de energía renovables pequeñas e intermitentes está provocando un cambio rápido en la estructura y composición de la red eléctrica. De hecho, la estructura efectiva de la red puede cambiar en el transcurso de un día a medida que los consumidores y los generadores a pequeña escala se conectan y desconectan.
Programación inteligente de la liberación de energía almacenada
Oliver Smith, investigador de la Universidad de Nottingham que dirigió el estudio, ha explicado que usando datos de medidores inteligentes en los hogares del Reino Unido, rastrearon cómo la composición de la red varía con el tiempo. A continuación, evaluaron el impacto de estos cambios empleando un modelo dinámico y comprobaron que la resiliencia de las redes eléctricas varía en el transcurso de un día y que una alta absorción de paneles solares puede dejar la red más susceptible a sufrir cortes de suministro.
La primera parte de la investigación investigó la teoría sobre el cambio de la proporción y el tamaño de los generadores mediante el modelado de un sistema que usa muchos generadores a pequeña escala y, en todos los casos, mostró que la red debería ser más robusta que si usara una sola fuente de energía. Sin embargo, cuando se incorporaron los datos de los medidores inteligentes, los investigadores descubrieron que en un sistema eléctrico donde existen muchos generadores de pequeña escala que funcionan en diferentes momentos la red no alcanza los niveles óptimos para lograr esta resiliencia.
El principal problema es la cantidad de fluctuación que existe en el suministro de energía renovable a pequeña escala. Una forma rentable de superar esto sería programar de manera inteligente la liberación de energía fotovoltaica almacenada de las baterías domésticas en momentos específicos. Esto proporcionaría un control mucho mayor y reduciría el riesgo de interrupciones en el sistema.