Un nuevo informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) analiza ejemplos de apoyo público a las empresas emergentes y emprendedoras que trabajan en el campo de las energías limpias. El documento ofrece una revisión de los diferentes enfoques adoptados en distintos países de todo el mundo.
Pequeñas empresas con ideas innovadoras están llevando a cabo grandes inversiones para mejorar los sistemas energéticos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En su informe, titulado ‘Cómo los gobiernos apoyan las empresas emergentes de energía limpia’, la AIE expone ejemplos de pymes que han recaudado más de 25 millones de dólares cada una desde principios de 2022.
Las nuevas tecnologías han surgido de proyectos de investigación realizados en numerosos países. Las tecnologías energéticas son cada vez más digitales, electrónicas, centradas en el consumidor y modulares.
Apoyo público para tener éxito
En muchos casos, las medidas y programas implementados por los gobiernos han sentado las bases para el éxito en este sector de tecnología limpia o tecnología climática. El apoyo del sector público para ayudar a las empresas emergentes a llevar nuevas tecnologías de energía limpia al mercado ha aumentado considerablemente desde que se firmó el Acuerdo de París en 2015.
Estas medidas de apoyo son importantes, según destaca el informe, porque los gobiernos poseen una gama de recursos únicos que las nuevas empresas de tecnología energética necesitan para tener éxito. Basándose en 14 estudios de casos detallados de países y 23 entrevistas en profundidad, el nuevo análisis de la IEA destaca las diferentes formas en que los gobiernos han intervenido.
Inversiones públicas en innovación
El apoyo general del gobierno a la innovación en energía limpia se ha recuperado en los últimos años, impulsado por la búsqueda de objetivos de cero emisiones netas y los esfuerzos para estimular la recuperación económica de la pandemia. Los ejemplos incluyen el Fondo de Innovación Verde de Japón, la Ley de Inversión en Infraestructura y Empleos de EE. UU. y muchas iniciativas en Europa, entre ellas de España, y en otros lugares.
Si la historia sirve de guía, esta institución explica que los elevados precios actuales de los combustibles fósiles y las preocupación sobre la seguridad energética podrían reforzar aún más la prioridad que los gobiernos están otorgando a la innovación en energía limpia. Este fue el caso tras la crisis del petróleo de principios de la década de 1970. Entre 1974 y 1980, los gobiernos miembros de la AIE duplicaron con creces su gasto en investigación y desarrollo de energía pública no fósil. Entre mediados de la década de 1990 y principios de la de 2010, aumentaron estas inversiones en más del 70% a medida que los precios del petróleo volvían a subir.
En el nuevo informe, la AIE ofrece orientación práctica sobre cómo los gobiernos pueden crear ecosistemas de innovación energética prósperos, junto con su papel más tradicional de financiar iniciativas de investigación y desarrollo en materia de energía, así como proyectos de demostración a gran escala.
Todos estos enfoques serán cruciales para cumplir con los objetivos climáticos y de seguridad energética de hoy en día, al mismo tiempo que se crea un valor duradero en términos de actividad económica y empleo.