La filial de Endesa Enel ha puesto en marcha el proyecto Second Life, que combina 78 baterías de vehículos eléctricos Nissan, de las cuales 48 están en desuso y 30 son completamente nuevas, para comparar su rendimiento en la central térmica de Endesa en Melilla.
El proyecto Second Life es una iniciativa seleccionada como ‘member initiative’ por el Foro Económico Mundial (FEM). Utiliza las baterías de los vehículos eléctricos como fuente de energía, interconectándolas y almacenándolas en la planta de Endesa en Melilla. El proyecto cuenta con una capacidad de 4 MW y puede producir hasta 1,7 MWh. En caso de que la central se desconectara del sistema, la instalación de almacenamiento podría inyectar energía en la red eléctrica de Melilla durante 15 minutos, tiempo suficiente para restablecer el sistema y reiniciar el suministro eléctrico.
El proyecto Second Life ha sido desarrollado por Enel en colaboración con Nissan, que ha proporcionado las baterías, y Loccioni, un integrador de sistemas, que ha asegurado la correcta integración entre las baterías. El proyecto recurre a una tecnología avanzada basada en una idea sencilla: cuando la vida útil de la batería de un vehículo eléctrico llega a su fin, estas baterías se reciclan y se ensamblan en un gran sistema de almacenamiento fijo. Este sistema se integra en la planta de Endesa en Melilla para evitar situaciones de desconexión de carga, mejorar la fiabilidad de la red y garantizar la continuidad del servicio de la red a la población local.
Proceso sencillo y económico
Este proyecto también supone un gran avance en la prolongación de la vida útil de las baterías de los vehículos eléctricos. Además, tiene un componente innovador añadido, cuando se extrae cada pack de baterías de un vehículo eléctrico, se coloca directamente en el sistema de almacenamiento general, exactamente igual de como se hace en un vehículo eléctrico, sin necesidad de desmontar las baterías, haciendo todo el proceso más simple, seguro y económico.
Melilla cuenta con una red eléctrica local que se alimenta de la central de Endesa y está aislada de la red de distribución nacional. El proyecto Second Life pretende satisfacer las mismas necesidades de una red aislada que el Grupo Enel había satisfecho anteriormente para la isla de Ventotene, en Italia, utilizando un sistema de almacenamiento de 300 kW integrado en la central eléctrica local.