El transportista y operador del sistema eléctrico español, Red Eléctrica de España (REE), junto a sus homólogos francés e italiano, RTE y Terna, se han unido a la industria eólica y a ONGs para lanzar la Coalición Offshore para la Energía y la Naturaleza en el Mediterráneo (MED OCEaN). La presentación de la iniciativa se ha llevado a cabo durante la celebración del WindEurope 2022, que se celebra estos días en Bilbao de la mano de la Comisión Europea.
La iniciativa OCEaN ya existe en el Norte de Europa, impulsada por Renewables Grid Initiative (RGI), y trabaja desde 2020 para impulsar el desarrollo de la energía eólica marina y de la red, con soluciones que garanticen también la protección y restauración de la naturaleza en los mares del Norte y Báltico. Ahora esta iniciativa llega al Mediterráneo de la mano de los TSO español, francés e italiano, el sector eólico y organizaciones sin ánimo de lucro como BirldLife.
Una previsión de 76 GW instalados en 2050
La energía eólica marina constituye un elemento clave para aumentar la seguridad del suministro eléctrico en Europa y contribuir a alcanzar los objetivos de neutralidad climática para 2030 y 2050. Así, los países del Mediterráneo juegan un importante papel en su desarrollo, con una previsión de alcanzar más de 76 GW de potencia instalada para 2050. Para lograrlo es importante planificar y gestionar adecuadamente su expansión, que aún se encuentra en una fase temprana de desarrollo.
Esos 76 GW de eólica marina previstos en el Mediterráneo para 2050 supondrían hasta 100.000 millones de euros en nuevas inversiones y contribuirían a mejorar la seguridad energética de la cuenca mediterránea. Para aprovechar este potencial, los países deben fijar objetivos claros, garantizar que las tramitaciones y permisos se gestionen de manera eficiente y coordinarse y colaborar entre ellos.
Seguridad de suministro y desarrollo ordenado
Desde REE apuntan que la coordinación entre todas las partes va a ser fundamental para que este desarrollo sea lo más efectivo y eficiente, limitando todo lo posible su impacto tanto en las comunidades, como en la biodiversidad del entorno, a través del diálogo con los territorios.
REE considera que para que MED OCEaN sea un éxito, debe prevalecer el modelo TSO, es decir, uno en el que el transportista y operador del sistema eléctrico construye, opera y mantiene las infraestructuras de la red marina hasta su conexión con la red terrestre, aportando todo su conocimiento y experiencia. Según apuntan, este modelo, predominante en Europa, ha demostrado que aporta eficiencias técnicas y económicas, beneficios en términos de robustez y seguridad del sistema y que, además, garantiza el acceso neutral a las infraestructuras de redes marinas permitiendo un desarrollo ordenado, con un menor impacto en el medio marino, y un acceso no discriminatorio de este tipo de generación.
Por su parte, en RGI contemplan la crisis energética como una confirmación de la necesidad de ampliar masivamente la generación de energía renovable en Europa y desplegar una infraestructura de red eléctrica que permita una profunda electrificación. El Mediterráneo, debido a su rica biodiversidad y a la fase inicial en la que se encuentra el desarrollo de la energía eólica marina, ofrece una oportunidad para demostrar que es posible construir infraestructuras energéticas y, a su vez, proteger y conservar la naturaleza.