El Ayuntamiento de Palma, a través de la empresa pública Emaya, ha presentado dos iniciativas innovadoras, ‘Palma Renovable’ y ‘Red municipal de carga de vehículos eléctricos’, cuyos objetivos son avanzar hacia la transición ecológica, optimizar los recursos públicos y crear puestos de trabajo de economía verde.
Con ambos proyectos, la ciudad de Palma participa en la definición de las propuestas en materia de energía que podrán optar a la financiación de los fondos Next Generation, concretamente en la convocatoria de ‘Modelos de negocio y proyectos singulares de transición energética en las Islas Baleares’.
Proyecto Palma Renovable
El objetivo de ‘Palma Renovable’ es desarrollar las instalaciones de generación y almacenamiento de energía eléctrica renovable para proveer el 100% del consumo del Ayuntamiento (incluidas todas las empresas y organismos municipales) y esto descarbonizará totalmente las actividades municipales antes de 2030.
Esto supone instalar una potencia de 60 MW de energía renovable para generar 120 GWh/año y 24 MW de capacidad de almacenamiento de energía (120 MWh).
La inversión prevista de este proyecto es de más de 100 millones de euros (106.204.000). Se prevé crear 60 puestos de trabajo en la fase de instalación y 20 para su explotación.
Este proyecto supondría una reducción de costes para el Ayuntamiento de Palma de 10 millones de euros en su factura energética. Además, proporcionaría una independencia energética muy importante en la actual situación geopolítica.
El Proyecto Palma Renovable, cuya ejecución sería progresiva y podría estar completamente finalizada a principios de 2027, se concreta en dos tipos de instalaciones. Las primeras estarán destinadas a la generación de energía (biogás, fotovoltaica e hidroeléctrica) y el resto a sistemas de almacenamiento energético, entre las que se incluye la central hidroeléctrica reversible del Gorg Blau, de 4 MW, aprovechando el desnivel de 140 m entre los embalses de Cúber y el Gorg Blau.
Red municipal de carga de vehículos eléctricos
En cuanto al proyecto ‘Red municipal de carga de vehículos eléctricos’, el objetivo es crear una infraestructura pública de 50 estaciones en toda la ciudad, con 2.000 puntos de recarga semirrápidos y rápidos para vehículos eléctricos. La inversión necesaria es de 33 millones de euros y supondría la creación de 20 puestos de trabajo durante la construcción de las instalaciones y 10 para su explotación.
De esta forma el Ayuntamiento contribuiría a promover la movilidad eléctrica sostenible, alimentada con energía solar fotovoltaica.
Cada una de las 50 estaciones de recarga tendría una media de 40 puntos de recarga de los que ocho serían del tipo M4 (50 kW) y el resto del tipo M3 (22 kW). Un coche eléctrico medio tiene una capacidad de 50 kWh y por tanto podrá cargarse en una hora en los puntos M4 y en dos horas en los tipos M3. La recarga completa proporciona una autonomía media de 300 km.
El precio estaría tasado, con un coste para el usuario similar al doméstico. Se dispondría también de una aplicación móvil para reservar y pagar los puntos de recarga.
Las instalaciones estarán dirigidas principalmente a usuarios que no cuenten con un punto fijo de recarga en su casa o en una plaza de aparcamiento. De esta forma se quiere democratizar el acceso a los vehículos eléctricos.
Estarían ligados a instalaciones de autoconsumo, con pérgolas de placas solares fotovoltaicas. En total se prevé la instalación de 8 MW con baterías de litio como complemento. De esta forma la carga de los vehículos sería limpia y totalmente libre de emisiones.
En el desarrollo de este proyecto se trabaja de forma conjunta con el Área de Movilidad, de acuerdo con el PMUS (Plan de Movilidad Urbana Sostenible). La propuesta es ubicar estas electrolineras en los aparcamientos municipales del SMAP, en los polígonos industriales, instalaciones deportivas, zonas de ocio y turísticas, etc. La instalación de los puntos de recarga sería progresiva hasta diciembre de 2026.