El Gobierno de Castilla-La Mancha ha presentado el ‘Plan Estratégico para el Desarrollo Energético de Castilla-La Mancha horizonte 2030’. Se trata de la hoja de ruta del Ejecutivo autonómico que va a permitir acelerar a corto, medio y largo plazo la transición energética de la región. El plan se compone de dos programas principales para el fomento de las energías renovables y para el ahorro y la eficiencia energética.
Según las previsiones del Gobierno regional, este plan atraerá inversiones cercanas a los 20.000 millones de euros creando cerca de 9.000 empleos al año en su desarrollo inicial, que podrán llegar a convertirse en 16.000 empleos al año en 2030. También se contempla la reducción de un 38% de las emisiones de CO2 asociadas al consumo de energía.
En 2021 las inversiones relacionadas con la implantación de las plantas de renovables movilizaron en Castilla-La Mancha 500 millones de euros y crearon 2.500 empleos. La estimación para este año 2022 es que las instalaciones de nuevas plantas de energías renovables atraerán una inversión de más de 700 millones de euros y cerca de 3.000 empleos durante las diferentes fases de su construcción.
Objetivos del Plan Estratégico para el Desarrollo Energético
El plan estratégico persigue que la región pueda lograr una generación eléctrica de origen cien por cien renovable, que priorice la utilización de fuentes energéticas con bajas emisiones, y acelerar la implantación de otros aspectos clave de la política energética como es la seguridad del suministro, lograr una menor dependencia de las importaciones, y conseguir la disminución el precio de la electricidad, mejorando además la competitividad del sistema gracias a la implantación de medidas de eficiencia.
Entre otras cuestiones, el plan va a potenciar los activos energéticos en Castilla-La Mancha ampliando y mejorando sus redes de transporte y distribución de energía para acoger el incremento de potencia renovable instalada y facilitar la exportación de la misma.
El plan analiza los aspectos socio-económicos que afectan tanto al consumo como a la situación energética y su evolución, además de mostrar un análisis detallado de los principales acuerdos y compromisos nacionales e internacionales que conforman el marco normativo de las políticas energéticas con los que la región está alineada.
Fomento de las energías renovables
El nuevo plan estratégico regional se compone de dos programas y seis grandes líneas. El primer programa se denomina ‘Programa de Fomento de las Energías Renovables’, que abarca tres líneas y 18 medidas.
La primera línea impulsa el desarrollo de las energías renovables, tanto para uso eléctrico como térmico. En este sentido, según los datos del Ejecutivo autonómico, el 79% del mix energético ya proviene de energías renovables, pero con la aplicación del plan se pretende incrementar en más de 12.000 MW más, fundamentalmente de renovables, llegando a los 23.000 MW. En la actualidad, la potencia eléctrica instalada en el mix regional es de 10.863 MW.
La segunda línea se dirige al fomento de los sistemas de autoconsumo y su objetivo es multiplicar por 15 la potencia eléctrica instalada proveniente de este tipo de instalaciones, sumando 1.763 MW más a los 113 MW actuales. Mientras que la tercera línea busca reducir los gases de efecto invernadero, como un efecto transversal de las dos anteriores.
Este primer programa contiene 18 medidas a adoptar, entre ellas, dotar de instalaciones de autoconsumo a los edificios públicos de la administración.
Ahorro y eficiencia energética
El segundo programa es el de ‘Ahorro y Eficiencia Energética’, que se articula a través de tres grandes líneas en función de su objetivo. La primera de ellas es para promover el ahorro energético modificando los hábitos de consumo disminuyendo los no necesarios. La segunda línea promueve la eficiencia energética para mejorar prestaciones y confort, y la tercera incentiva la diversificación, ampliando fuentes energéticas, especialmente renovables, para disminuir el grado de dependencia garantizando el abastecimiento.
Estas tres líneas se desglosan en 24 medidas dirigidas a los sectores con mayor potencial de ahorro y eficiencia energética, como la electrificación del transporte.