Desde Solartys, clúster de la energía solar, y Aepibal, clúster del almacenamiento energético, conjuntamente con la empresa Envirobat, llevan a cabo el proyecto ReTaBar. Financiado por la Agencia de Residuos de Cataluña, el proyecto ReTaBar tiene como finalidad conocer las necesidades y la viabilidad de utilizar baterías de segunda vida en taxis o en sistemas de almacenamiento energético estacionario.
Con el fin de mejorar la segunda vida de estas baterías, ReTaBar ha llevado a cabo diferentes acciones en los pasados meses. Una de ellas es la de detectar las necesidades del sector, mediante un cuestionario rellenado por más de 260 taxistas.
Actualmente, el equipo del proyecto está trabajando en un informe de viabilidad económica sobre la reutilización de baterías de segunda vida en los taxis de Barcelona. Paralelamente, el proyecto centrará también su acción sobre la reutilización de las baterías ya usadas, para un uso estacionario, con el fin de almacenar la energía renovable generada en instalaciones de producción.
ReTaBar tiene una duración prevista de 11 meses y cuenta con un presupuesto total de 33.160,58 euros, de los cuales, 24.870,44 (el 75%) corresponden a la financiación recibida por la Agencia de Residuos de Cataluña.
Beneficios de la movilidad eléctrica
Los coches eléctricos e híbridos son una gran oportunidad para los taxistas: menor coste energético, menor coste de las piezas y una vida útil más larga. Pero también a nivel de imagen de servicio: la clientela valora positivamente cuando sube a bordo de un coche más respetuoso con el medio ambiente.
Según datos del Instituto Metropolitano del Taxi (IMET), autoridad autónoma dependiente del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y competente en la administración y gestión del servicio del taxi en este territorio, los coches híbridos representan el 40,12% del total de coches que componen el parque de taxis y los coches eléctricos representan el 0,77% frente al 40,06% de coches que utilizan el gasoil.
Los coches eléctricos pueden tener una vida útil de hasta más de 10 años, cuando la edad media de los coches alimentados con carburantes suele ser de 6-7 años. Independientemente de este factor, la limitación legal actual es de 10 años en el área metropolitana de Barcelona para los de combustible y de hasta 14 años para los de etiqueta ‘Cero’ (100% eléctricos), así como los destinados a personas con movilidad reducida.
Otro factor a tener en cuenta es el hecho de que desde la administración pública existan ayudas e incentivos para la compra de coches híbridos o eléctricos, como, por ejemplo, el programa MOVES III de movilidad eficiente y sostenible, de los fondos Next Generation UE. Este cambio legislativo en contra de los coches más contaminantes, está dando un empuje a los alimentados con energías renovables o híbridos.
A pesar de estas buenas cifras, uno de los principales problemas que se detecta en los coches eléctricos/híbridos es la autonomía. Aunque la capacidad de las baterías esté en aumento constante y hay una apuesta fuerte tanto por parte de la industria como de la administración pública, es necesario seguir mejorando su capacidad de almacenaje y de vida, lo que consecuentemente comporta el cambio de las baterías y la segunda vida que puedan tener éstas. Por esa razón, Solartys, Aepibal y Envirobat están llevando a cabo el proyecto ReTaBar.