Investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (LLNL) de California han ideado una criptomoneda basada en la física que vincula la energía eléctrica y las tecnologías blockchain de una manera nueva. Este nuevo concepto de cadena de bloques, denominado E-Stablecoin, aprovecha los avances modernos en termodinámica para transmitir energía como una forma de información.
El trabajo del equipo de investigación resuelve problemas críticos de estabilidad de activos digitales y es el primer diseño de token de criptomoneda que está garantizado por un activo físico y completamente descentralizado porque está protegido por las leyes de la mecánica estadística.
El nuevo concepto de criptomoneda LLNL es un paso hacia la implementación de activos digitales responsables que van más allá del mundo digital y, en cambio, están vinculados al mundo físico de maneras más tangibles.
La conexión entre energía e información
Los orígenes de esta idea se remontan al experimento mental ‘El demonio de Maxwell’ planteado en 1867 por James Clerk Maxwell. En este experimento mental, un ‘demonio de dedos limpios’ supuestamente podría romper la segunda ley de la termodinámica en la nanoescala, una afirmación que generó controversia en el transcurso de un siglo, y finalmente dilucida una conexión profunda entre la energía y la información.
En su nuevo artículo, los investigadores de Lawrence Livermore, Maxwell Murialdo y Jon Belof, detallaron cómo esta conexión entre la energía y la información permite la creación de un token de criptomoneda que está directamente respaldado y convertible en un kWh de electricidad. Si bien se requiere la entrada de un kWh de electricidad para acuñar un token E-Stablecoin, ese token digital puede destruirse más tarde para recuperar un kWh de electricidad utilizable.
Por lo tanto, el precio de un token E-Stablecoin está vinculado al precio de un kWh de electricidad de una manera robusta, estable y sin confianza (un sistema que no depende de una institución o un tercero para una red o pago).
Los investigadores explican que cualquier parte anónima puede acuñar un token E-Stablecoin con la entrada de aproximadamente un kWh de electricidad. Luego pueden realizar transacciones con el token digital como cualquier otra criptomoneda, o incluso volver a convertirlo en electricidad utilizable, todo sin necesidad de compañías eléctricas, líneas de transmisión eléctrica, permisos o autoridades.
Criptomoneda estable
Un problema clave que afecta a muchas criptomonedas es la tendencia a que surjan fuertes fluctuaciones en el precio de intercambio de la criptomoneda. Estas fluctuaciones extremas de precios aumentan los riesgos y desalientan las transacciones de los consumidores, los contratos inteligentes a largo plazo y otras aplicaciones basadas en la cadena de bloques.
E-Stablecoin es el primer concepto de moneda estable que elimina este problema, una hazaña que fue posible gracias al uso de la interacción de la termodinámica y la teoría de la información. En el futuro, E-Stablecoin puede ayudar a distribuir electricidad a ubicaciones remotas que no están conectadas por un sistema de red eléctrica, o combatir el cambio climático al permitir que la energía renovable intermitente se transmita a los lugares donde más se necesita para lograr eficiencia.