La Diputación de Granada ha conseguido una financiación de más de 100.000 euros por parte de la Unión Europea, para llevar a cabo tres proyectos en materia de energía y clima. Se trata del proyecto ‘Solar’, para integrar las energías renovables en el sector agrícola; el proyecto ‘Greenvolve’, que formará a la ciudadanía en materia de sostenibilidad urbana; y el proyecto ‘La ciencia se encuentra con las regiones’, que buscará soluciones científicas a problemáticas locales en materia energética o medioambiental.
Los proyectos están financiados al 100% por Europa en el marco de dos convocatorias: ERASMUS+ y Science Meet Regions (La ciencia se encuentra con las regiones).
Proyectos ‘Solar’ y ‘Greenvolve’
El proyecto ‘Solar’ tiene como objetivo investigar aquellos tipos de aplicaciones de energía renovable y eficiencia energética que se integran mejor con el sector agroganadero. Para ello se estudian los sistemas integrados de alimentación y energía para un clima inteligente que promueven mejores prácticas y capacitación del sector, además de optimizar la seguridad alimentaria y energética, reduciendo la pobreza de una forma climáticamente inteligente. Dependiendo de las circunstancias, la generación de energía solar, térmica, geotérmica, fotovoltaica, eólica e hidráulica puede ser parte integral del sistema agroganadero.
El segundo proyecto, aprobado recientemente, es Greenvolve, que pretende formar a la ciudadanía para su participación activa en las nuevas propuestas de diseño urbano eficiente. Para ello se van a desarrollar materiales de aprendizaje sencillos y completos llamados ‘Elementos de la Ciudad Verde’, en los que se proponen procesos de participación con soluciones sostenibles, inteligentes e innovadoras.
‘La ciencia se encuentra con las regiones’
Por último, el proyecto ‘La ciencia se encuentra con las regiones’ plantea un trabajo conjunto entre Diputación y Universidad de Granada.
Se trata de analizar diferentes problemáticas que existen a nivel de la administración local relacionadas con energía y clima para, posteriormente, lanzar retos a la comunidad universitaria para la búsqueda de soluciones científicas que se adapten a la realidad local y permitan mejorar los servicios públicos y el impacto medioambiental y en la salud de la ciudadanía.