A partir del 1 de enero de 2023, 254 puntos de consumo existentes en los centros dependientes del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) recibirán energía eléctrica de origen renovable, en virtud de un nuevo contrato por importe de 104,2 millones de euros, cuya tramitación acaba de ser autorizada por la Junta de Castilla-La Mancha.
El objeto de este contrato es el suministro de energía eléctrica con certificado de origen renovable en hospitales, centros de especialidades, centros de salud, consultorios locales y demás dependencias sanitarias de la Comunidad Autónoma durante los dos próximos años, con la posibilidad de ser renovado por un mismo periodo adicional.
Desde el año pasado, toda la energía eléctrica que se consume en estos centros sanitarios es de origen 100% renovable, lo que ha permitido al Sescam recibir el Certificado de Garantía de Origen de la energía consumida que exige que la procedencia sea exclusivamente de fuentes totalmente renovables, que respetan el medio ambiente y evitan emisiones de CO2 y otros gases contaminantes.
Un ahorro de cuatro millones de euros al año
La previsión anual del consumo eléctrico es de 141,6 gWh para los 254 puntos de consumo y se estima que gracias a este nuevo contrato se dejarán de emitir a la atmósfera unas 35.100 toneladas de dióxido de carbono.
Esto será posible debido a que el Sescam aplica la denominada modalidad ‘multiclick’, que consiste en pagar el coste exacto de la energía en cada momento, pero con la posibilidad de contratar partes de volumen de energía cuando el mercado a futuros lo hace aconsejable en lugar de la modalidad de precios fijos que se venía contratando hasta el año 2017.
En términos económicos supone también un ahorro de unos 4 millones de euros al año en la factura eléctrica en el concepto de energía.
Una acción que a su vez se enmarca en el Plan Estratégico de Ahorro y Eficiencia Energética para el periodo 2021-2026, un documento en el que se contemplan de manera estructurada las diferentes líneas que, en materia de gestión energética, se van a desarrollar por el Sescam en ese periodo y que pasan por la reducción del consumo, del gasto energético y de las emisiones de CO2 en las instalaciones de su competencia.
Este modelo energético pretende extenderse al resto de la Administración regional para garantizar que todos los edificios públicos de Castilla-La Mancha se abastezcan con energías renovables, un camino en el que ya se han dado importantes pasos en estos últimos años.
Energías renovables en edificios públicos
Algunos de los proyectos que ya se han realizado han sido la instalación de 1.200 placas fotovoltaicas en la cubierta del Hospital Mancha-Centro de Alcázar de San Juan (Ciudad Real); la instalación de paneles solares térmicos en la cubierta del Hospital ‘Virgen de Altagracia’ de Manzanares (Ciudad Real) para producir agua caliente; y la colocación de 625 paneles solares en el Hospital Perpetuo Socorro de Albacete.
También se han instalado 58 paneles fotovoltaicos en el Centro Operativo Regional de lucha contra incendios forestales (COR), ubicado en Toledo, que lo convierten en una instalación de autoconsumo; las más de 700 actuaciones de mejora de eficiencia energética en los centros educativos de la región que incluyen la instalación de placas fotovoltaicas en las cubiertas; o el hecho de que el parque móvil de la Junta de Comunidades contará a finales de este año con un 15% de vehículos ecoeficientes para contribuir a la reducción de CO2 y gases de efecto invernadero.