La compañía energética Cepsa y el Puerto de Róterdam han firmado un memorando de entendimiento (MoU) para establecer el primer corredor de hidrógeno verde entre el sur y el norte de Europa, asegurando una cadena de suministro de hidrógeno verde entre dos de los principales puertos del continente, Róterdam y Algeciras.
Cepsa prevé exportar el hidrógeno producido en su Parque Energético San Roque, situado cerca de la Bahía de Algeciras, a través de vectores energéticos como el amoniaco o el metanol, hasta Róterdam. Esta instalación es el puerto energético más importante de Europa, ya que gestiona el 13% de la demanda energética europea, mientras que el Puerto de Algeciras es el primer puerto de España, el cuarto de Europa y un centro estratégico en la ruta comercial entre Europa y Asia.
Corredor de hidrógeno verde operativo en 2027
Con el apoyo del Gobierno holandés, y como parte de los planes de transición energética de Róterdam, la Autoridad Portuaria y numerosas compañías privadas presentes en la zona portuaria están desarrollando la infraestructura y las instalaciones necesarias para la importación de hidrógeno verde y su distribución en el noroeste de Europa, conectando grandes centros industriales de los Países Bajos, Bélgica y Alemania mediante hidroductos.
Este suministro de combustibles verdes contribuirá a descarbonizar la industria y el transporte marítimo en la Bahía de Algeciras y Róterdam, a la vez que respalda la estrategia RePowerEU de la Unión Europea, que pretende garantizar la seguridad y la independencia energética de Europa y estimular la producción de energía limpia. Se espera que esta ruta comercial esté operativa en 2027. Cepsa también pretende desarrollar una cadena de suministro similar desde su Parque
Energético La Rábida, en Huelva.
Planes de transición energética de Róterdam
El hidrógeno es una de las prioridades de los planes de transición energética de Róterdam, cuyo puerto está trabajando en la creación de la infraestructura y las instalaciones para facilitar los flujos de hidrógeno mediante el desarrollo conjunto de una serie de grandes proyectos con los miembros de su comunidad portuaria y las zonas industriales conectadas en el noroeste de
Europa.
En colaboración con los países exportadores y el conjunto de empresas que operan en esta instalación, el Puerto de Róterdam puede suministrar al noroeste de Europa 4,6 millones de toneladas anuales en 2030, lo que supondrá una reducción de 46 millones de toneladas de CO2.