El Consejo Europeo y el Parlamento Europeo han alcanzado un acuerdo político provisional sobre una propuesta para reforzar las normas de sostenibilidad de las baterías. Por primera vez, la legislación regulará todo el ciclo de vida de una batería, desde la producción hasta la reutilización y el reciclaje, y garantizará que sean baterías seguras, sostenibles y competitivas. Las normas se aplicarán a todo tipo de baterías, incluidos todos los residuos de baterías portátiles, baterías de vehículos eléctricos, baterías industriales, baterías SLI (que suministran energía para el arranque, iluminación o encendido de vehículos) y baterías para medios ligeros de transporte.
La previsión es que la demanda de baterías se multiplicará por más de diez para 2030 en la UE, por lo que es necesario tener suficientes baterías y que sean sostenibles a lo largo de sus cadenas de suministro. Las nuevas normas promoverán la competitividad de la industria europea y garantizarán que las baterías se recojan y reciclen de forma adecuada al final de su vida útil para que se recuperen materiales útiles y no se liberen sustancias tóxicas al medio ambiente.
El objetivo de la nueva normativa es promover una economía circular mediante la regulación de las baterías a lo largo de su ciclo de vida. El reglamento establece requisitos para el final de la vida útil, incluidos objetivos y obligaciones de reciclaje, objetivos para la recuperación de materiales y responsabilidad extendida del productor.
Objetivos de reciclaje
El acuerdo establece objetivos para que los productores recojan los residuos de baterías portátiles (63% a finales de 2027 y 73% a finales de 2030), e introduce un objetivo de recogida específico para los residuos de baterías para medios de transporte ligeros (51% a finales de 2028 y 61% a finales de 2031).
También se ha acordado establecer el objetivo de recuperación de litio a partir de baterías usadas en un 50% para 2027 y un 80% en 2031, que puede modificarse mediante actos delegados en función del mercado y la evolución tecnológica y la disponibilidad de litio.
Asimismo, el acuerdo establece niveles mínimos obligatorios de contenido reciclado para baterías industriales, SLI y vehículos eléctricos, inicialmente fijados en un 16% para cobalto, 85% para plomo, 6% para litio y 6% para níquel. El reglamento establece la obligación de que las baterías lleven una documentación de contenido reciclado. Y se establece un objetivo de eficiencia de reciclaje para baterías de níquel-cadmio del 80% para 2025 y otras baterías de desecho del 50% para 2025.
Por su parte, las baterías portátiles incorporadas a los aparatos, como electrodomésticos, deberán ser reemplazables por el usuario final, dejando tiempo suficiente para que los operadores adapten el diseño de sus productos a este requisito (42 meses después de la entrada en vigor del reglamento). En cuanto a las baterías de los medios de transporte ligeros, serán reemplazadas por un profesional independiente.
Requisitos de seguridad, sostenibilidad y etiquetado
Las nuevas normas tienen como objetivo mejorar el funcionamiento del mercado interior de las baterías y garantizar una competencia más justa gracias a los requisitos de seguridad, sostenibilidad y etiquetado. Esto se logrará mediante criterios de rendimiento, durabilidad y seguridad, estrictas restricciones para sustancias peligrosas como mercurio, cadmio y plomo e información obligatoria sobre la huella de carbono de las baterías.
El reglamento también introduce requisitos de etiquetado e información, entre otras cosas sobre los componentes de la batería y el contenido reciclado, y un ‘pasaporte de batería’ electrónico y un código QR. En concreto, los requisitos de etiquetado se aplicarán después de 36 meses después de la entrada en vigor del reglamento y después de 42 meses para el código QR.
El acuerdo tiene como objetivo que el texto sea más claro y coherente y facilitar su aplicación por parte de los Estados miembros y los actores económicos en el mercado con un calendario de implementación realista.
Cadena de valor de baterías sostenible y circular
El Consejo Europeo adoptó una orientación general para impulsar una cadena de valor de baterías sostenible y circular en marzo de 2022, mes en el que el Parlamento Europeo adoptó su posición. El acuerdo provisional alcanzado ahora por el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo queda pendiente de adopción formal por parte de ambas instituciones.
El nuevo reglamento sustituirá a la actual directiva sobre baterías de 2006 y completará la legislación existente, especialmente en materia de gestión de residuos.