Ante el aumento de los costes debido a un contexto de tensión en los mercados de materias primas, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la Commission de régulation de l’énergie (CRE) –las autoridades reguladoras española y francesa– han adoptado una decisión para revisar el reparto de la financiación del proyecto de interconexión eléctrica Golfo de Vizcaya, que une Francia y España. Ambas autoridades reguladoras han adoptado una decisión conjunta en la que reconocen el valor del proyecto y modifican el acuerdo de reparto de costes del proyecto previstos en 2017. Las previsiones actuales prevén un coste de 2.850 millones de euros, frente a la previsión inicial de 1.750 millones de euros.
Este acuerdo confirma la importancia de este proyecto para ambos países y asegura su implementación. Tanto la CNMC como CRE han reconocido que el proyecto sigue siendo beneficioso para España y Francia y, en particular, para Europa. Por ello, esta iniciativa cuenta con un importante apoyo europeo, que asciende a 578 millones de euros.
Proyecto de interconexión eléctrica Golfo de Vizcaya
El proyecto del Golfo de Vizcaya se basa en la construcción de dos enlaces eléctricos independientes, cada uno con una capacidad de 1.000 MW, entre Cubnezais (Francia) y Gatica (España). Aproximadamente contempla 400 km, incluido un tramo marítimo de 300 km. Se prevé que el proyecto entre en servicio en 2028, duplicando la capacidad de interconexión entre España y Francia de 2,8 GW a 5 GW.
El proyecto del Golfo de Vizcaya fue objeto de una decisión de financiación conjunta adoptada por las autoridades españolas y francesas el 21 de septiembre de 2017. En esa fecha, el coste se estimó en 1.750 millones de euros.
Debido a un contexto de mercado desfavorable, los precios de los principales componentes de estos futuros enlaces han aumentado considerablemente desde las estimaciones iniciales. Las previsiones actuales prevén un coste de 2.850 millones de euros, con un margen de riesgo de 250 millones.
Sin embargo, se considera que los beneficios previstos del proyecto también han aumentado, debido a la evolución prevista del mix energético y del consumo de electricidad en los países europeos, en un contexto de aceleración de la transición energética. Además, el proyecto se beneficia de una subvención europea de 578 millones de euros del Mecanismo Europeo de Interconexión (MIE), lo que refleja la importancia del proyecto para la Unión Europea.