El proyecto Atmosphere, liderado por Iberdrola, se centrará en investigar nuevas tecnologías asociadas a equipos críticos de las plantas de generación de hidrógeno verde, cubriendo por completo toda la cadena de valor, de manera que permitan una importante reducción de los costes de inversión y de la operación y mantenimiento de estas plantas.
En el consorcio del proyecto Atmosphere participan las compañías Ingeteam, Inerco, ABC Compressors, IDESA e Innomerics y cuenta con un presupuesto total de 6,2 millones de euros, de los cuales 4,1 millones están financiados por la Convocatoria Misiones, impulsado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), para cumplir con sus objetivos. La iniciativa se desarrollará entre 2022 y 2025.
Para la validación de los desarrollos llevados a cabo en el proyecto, se utilizará la planta de la que Iberdrola dispone en Puertollano (Ciudad Real), uno de los mayores sistemas de producción de hidrógeno mediante electrólisis del mundo (20 MW). Conectada directamente a una planta fotovoltaica de 100 MW en la proximidad y a la red, tiene capacidad para producir hasta 3.000 toneladas al año de hidrógeno verde.
Impulso de un esquema de I+D+i colaborativo
El proyecto representa el compromiso público-privado por impulsar un esquema de I+D+i colaborativo que acelere el cumplimiento de los objetivos de transición energética. Asimismo, pone de manifiesto la necesidad de impulsar una energía segura, eficiente y limpia para el siglo XXI, como es el hidrógeno verde.
A lo largo del presente proyecto, la investigación sobre diferentes tecnologías y elementos asociados al hidrógeno verde permitirá avanzar en la descarbonización de la industria, tal y como se establece como objetivo prioritario de la Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde en España.
El uso del hidrógeno verde debe centrarse en aplicaciones que no tienen otras alternativas. Es decir, para la sustitución del hidrógeno gris (producido a partir de combustibles fósiles) por hidrógeno verde (producido por renovables) en los sectores que se utiliza actualmente como fertilizantes, metanol o refinerías. En definitiva, para usos industriales y para llegar a aquellos sectores donde la electrificación no es suficiente.