Los precios medios de la electricidad en los hogares de la Unión Europea continuaron mostrando un fuerte aumento en la segunda mitad de 2022, en comparación con el mismo período de 2021, pasando de 23,5 euros por 100 kWh a 28,4 euros por 100 kWh. Se trata de los precios más elevados registrados por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) de la Comisión Europea.
No obstante, tras un aumento significativo en los precios que comenzó antes de la invasión rusa de Ucrania, pero que se disparó hasta el segundo semestre de 2022, los precios de la electricidad han mostrado recientemente signos de estabilización, en parte debido a las políticas e intervenciones de los gobiernos de la UE.
En comparación con la segunda mitad de 2021, la participación de los impuestos en la factura de la electricidad se redujo drásticamente del 36% al 16% (-18,3%), con el establecimiento en todos los países de la UE de asignaciones y subsidios gubernamentales o la reducción de impuestos y gravámenes para mitigar los altos costes de la energía.
Incremento en todos los países, excepto Malta y Países Bajos
En la segunda mitad de 2022, según los datos de Eurostat, los precios de la electricidad doméstica aumentaron en todos los Estados miembros de la UE, excepto Malta (-3%) y los Países Bajos (-7%), en comparación con el mismo período de 2021. Los precios en Malta están regulados, mientras que el gobierno holandés apoya a los consumidores con sumas globales y reducción de impuestos.
Los aumentos más altos se registraron en Rumanía (+112%), Chequia (+97%), Dinamarca (+70%), Lituania (+65%) y Letonia (+59%), mientras que los más bajos se registraron en Luxemburgo (+3%), Austria y Alemania (+4% en ambos) y Polonia y Bulgaria (+5% también en ambos).
En cuanto a los precios medios de la electricidad doméstica en la segunda mitad de 2022, los precios más bajos se registraron en Hungría (10,8 euros por 100 kWh), Bulgaria (11,5 euros) y Malta (12,8 euros), y los más altos en Dinamarca (58,7 euros), Bélgica (44,9 euros) e Irlanda (42 euros).