Para llegar al periodo estival con las instalaciones eléctricas a punto se trabaja en la denominada Campaña de Verano de Endesa, en la que se invertirán 58,3 millones de euros este año. El objetivo es garantizar la calidad y continuidad del suministro eléctrico y disminuir al máximo el riesgo de incendio en las masas forestales que rodean las líneas eléctricas.
El plan se centra en tres ejes: la tala y poda en el entorno de las líneas eléctricas, las inspecciones de las líneas para sacar el máximo rendimiento del mantenimiento preventivo, y las actuaciones en la red para asegurar la continuidad del suministro eléctrico y minimizar el riesgo de incidencias.
Las actuaciones se realizan de forma continuada y periódica en todo el territorio en el que Endesa gestiona la red de distribución (Cataluña, Andalucía, Canarias, Baleares, Aragón y Badajoz), que suma casi 318.000 kilómetros de líneas.
Tecnología LIDAR
Los trabajos de tala y poda selectiva de la masa forestal, que crece alrededor de las líneas eléctricas, han supuesto una inversión de 17,3 millones de euros este año. Entre otras herramientas, Endesa dispone de una aplicación móvil para reportar incidencias in situ susceptibles de originar un incendio forestal.
Otra de las actuaciones realizadas es el escaneo láser del 100% de las líneas aéreas de alta tensión con una combinación de tecnología GPS y sensores láser, llamada LIDAR (Light Detection And Ranging). Mediante este sistema se ha creado un fichero informático con una nube de puntos georreferenciados que, desde una aplicación, permite medir cuáles son las distancias entre los cables y la vegetación, así como realizar estudios de crecimiento de la masa forestal.
La novedad de la campaña de bosques de este año es la incorporación de drones con esta tecnología que crea un mapa 3D de la red y su entorno.
Mantenimiento de las líneas eléctricas
Dentro de los programas de mantenimiento de las líneas eléctricas, y como medida preventiva, la compañía realiza inspecciones con helicóptero, donde coloca cámaras termográficas y graba vídeos de alta definición para después inspeccionarlos en detalle y procesar la información de un modo cada vez más semiautomático (aplicando técnicas de machine learning) o automático (deep learning).
Por su parte, la termografía consiste en sobrevolar las líneas eléctricas con un helicóptero dotado de una cámara de rayos infrarrojos, que graba el cable y detecta si hay o no algún punto caliente, algo imposible de detectar a simple vista y que puede indicar un mal funcionamiento del cableado por un deterioro prematuro debido a la acción de efectos adversos, principalmente meteorológicos.
Las revisiones termográficas no solo se realizan con helicóptero, sino que también se complementan con revisiones oculares aéreas a pie de línea hasta completar 50.500 kilómetros de líneas revisadas en 2023. Además, durante todo este año, tanto a pie como en un vehículo todoterreno, se han recorrido las líneas inspeccionando termográficamente los puntos con más riesgo, como los cruces con autopistas, carreteras y ferrocarriles. En total, la inversión dedicada a estas revisiones alcanza los 4,8 millones de euros.
A su vez, Endesa utiliza drones para comprobar el estado de la red eléctrica. Están equipados con cámaras de alta resolución estabilizadas giroscópicamente que permiten captar imágenes de las líneas, especialmente en puntos de difícil acceso, sin tener que interrumpir el servicio a los clientes. El dron con tecnología LIDAR se suma a los ya habituales: los de óptica convencional y los aparatos que realizan también termografías.
Mejoras de la red para asegurar el suministro eléctrico
Por otro lado, Endesa invierte cada año en nuevas tecnologías como la aplicación o el procesamiento de la información mediante machine y/o deep learning, pero también en la renovación de infraestructuras existentes con el fin de evitar alteraciones e incidencias en la continuidad del suministro eléctrico.
Los elementos más significativos en los que se actúa son las líneas de baja tensión (donde se sustituyen los cables convencionales por cable trenzado), la automatización en la red de media tensión, así como el cambio de cables, y el refuerzo de conectores, aisladores, pararrayos y protecciones; además de realizar revisiones exhaustivas de todas las instalaciones. Este año se destinarán más de 36 millones de euros a estas mejoras de la red.