Según un nuevo informe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), las tecnologías digitales podrían ahorrar 1,8 billones de dólares de inversión en redes eléctricas a nivel mundial hasta 2050, al extender la vida útil de las redes, al tiempo que contribuyen a integrar las energías renovables y minimizar las interrupciones del suministro. Sin embargo, no actualizar ni digitalizar adecuadamente la infraestructura de la red eléctrica podría reducir la producción económica en los países emergentes y en desarrollo en casi 1,3 billones de dólares.
El informe advierte que la inversión mundial actual en redes eléctricas está muy por debajo de lo que se requiere para las emisiones netas cero para 2050. La inversión anual debe más que duplicarse. En la actualidad es de alrededor de 320.000 millones de dólares y debe alcanzar hasta cerca de 750.000 millones para 2030, con alrededor del 75% de las inversiones asignadas a las redes de distribución para expandir, fortalecer y digitalizar tecnologías.
La Agencia Internacional de la Energía ha publicado el informe ‘Unlocking smart grid opportunities in emerging markets and developing economies’ (Desbloqueo de oportunidades de redes inteligentes en mercados emergentes y economías en desarrollo). Se trata del primer informe de la iniciativa de Redes eléctricas impulsadas por la demanda digital (Digital Demand Driven Electricity Networks, 3DEN), una iniciativa interinstitucional de la IEA para acelerar el progreso en la modernización del sistema eléctrico, respaldada por el Ministerio de Medio Ambiente y Seguridad Energética de Italia.
La importancia de invertir en tecnologías digitales de las redes eléctricas
La digitalización es un habilitador clave para superar algunos de los obstáculos que enfrentan las redes eléctricas, los operadores y las empresas de servicios públicos en la actualidad. Este tipo de soluciones permiten a las empresas de servicios públicos predecir mejor los desequilibrios de la oferta y la demanda, y localizar y corregir fallas con mayor rapidez.
Las tecnologías digitales pueden mejorar en gran medida el funcionamiento de las redes eléctricas para ayudar a integrar con éxito las fuentes de energía limpia, pero el informe destaca que la falta de inversión en estas redes podría ralentizar la transición energética y aumentar los costos, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo.
La IEA estima que la demanda de electricidad en las economías emergentes y en desarrollo (excluida China) crecerá alrededor de 2.500 TWh adicionales para 2030, aproximadamente el equivalente a cinco veces la demanda actual de Alemania. El informe indica que la electrificación ampliada y una mayor dependencia de la energía solar y eólica variables, así como el almacenamiento de electricidad, requieren enfoques más sofisticados para igualar la demanda y la generación, especialmente durante los picos de demanda.
Según el documento, la falta de inversión ha dejado a muchas redes eléctricas incapaces de hacer frente a tales desafíos. Además de pérdidas económicas, las interrupciones del suministro eléctrico pueden afectar a la infraestructura crítica, con graves repercusiones para la salud y el bienestar humanos. A su vez, la ineficiencia derivada de las pérdidas técnicas en las redes eléctricas supone alrededor de 1 gigatonelada de emisiones de CO2 anuales.
La publicación de la IEA destaca la necesidad de impulsar en gran medida la atención política para aumentar las inversiones en redes eléctricas más inteligentes y resistentes en las economías emergentes y en desarrollo, donde el consumo de electricidad crecerá a un ritmo rápido y al mismo tiempo proporcionará mayores niveles de acceso a la electricidad. Serán necesarias inversiones en redes más inteligentes y resistentes para acomodar el mayor despliegue de energía renovable y mejorar la seguridad energética. Para desbloquear estas oportunidades digitales, se necesita una planificación, inversión y acción política adecuadas.
Orientaciones políticas
El informe ofrece orientación a los responsables de políticas energéticas sobre posibles formas de habilitar e impulsar inversiones en redes eléctricas inteligentes. También ofrece sugerencias sobre cómo comenzar a crear un entorno que respalde el uso efectivo de tecnologías digitales innovadoras dentro del sector eléctrico. Se basa en ejemplos y estudios de casos para mostrar la amplia variedad de oportunidades y soluciones digitales que pueden ayudar a los gobiernos a implementar sistemas de energía eficientes e inteligentes.
La implementación de redes inteligentes proporciona valor agregado en una variedad de áreas. La IEA estima que la respuesta a la demanda habilitada digitalmente podría reducir la restricción de los sistemas de energía renovable variable en más de un 25% para 2030, aumentando la eficiencia del sistema y reduciendo los costos para los usuarios. La descarbonización se puede respaldar aún más mediante una mejor previsión de la oferta y la demanda, lo que permite una planificación energética integrada y proporciona una mejor visibilidad y una mayor flexibilidad de la demanda de electricidad.
Acciones para acelerar la implementación de smart grids
Para desbloquear las oportunidades digitales, se necesitan acciones políticas, de inversión y de planificación adecuadas. Por ejemplo, para cerrar la brecha de inversión e impulsar las inversiones hacia la modernización de las redes, los formuladores de políticas podrían considerar acciones para aprovechar la gama completa de inversores potenciales y desarrollar modelos que valoren adecuadamente los beneficios más amplios.
Además, más allá de las acciones específicas para facilitar las inversiones, este informe identifica cinco pasos clave para que los gobiernos aceleren la implementación de tecnologías digitales.
Un primer paso crucial es que los gobiernos visualicen cómo las tecnologías digitales pueden ayudar a cumplir las prioridades del país, incluidas las actualizaciones de la red eléctrica, el acceso a la energía y la descarbonización. Esta visión puede después traducirse en políticas y marcos normativos actualizados, que reconozcan el valor de las inversiones para aprovechar las capacidades digitales y la eficiencia del sistema eléctrico, lo que requiere involucrar a todas las partes interesadas de los espacios digitales y energéticos.
El segundo paso se basa en coordinar la implementación, entre los departamentos de energía, electricidad, economía, digital y otros, los reguladores digitales y de energía, y la industria digital y eléctrica. Además, los gobiernos también pueden ayudar a alinear los sistemas nacionales de innovación para la transformación digital con los objetivos de la política energética.
Facilitar normas y reglamentos que valoren adecuadamente las soluciones digitales es el tercer paso clave identificado por el informe. En su capacidad regulatoria, los gobiernos pueden considerar políticas específicas para incentivar y reducir el riesgo de las inversiones en digitalización. Mientras que el cuarto paso consiste en integrar resiliencia y seguridad en todos los ámbitos de políticas de electricidad. Los gobiernos tienen un papel clave para ayudar a gestionar los riesgos sistémicos y fortalecer los vínculos entre la resiliencia y la seguridad de la infraestructura digital y física.
Por último, el informe destaca la importancia de seguir, evaluar y difundir el progreso de la digitalización. Para ello, los gobiernos pueden crear una cultura basada en datos en el sector público, que incluye monitorizar y evaluar el progreso de la digitalización.
Análisis sobre redes eléctricas y digitalización
El informe ‘Unlocking smart grid opportunities in emerging markets and developing economies’ es el primero de una serie de tres informes IEA 2023 sobre redes eléctricas y digitalización que proporcionarán una cartera de conocimientos y orientaciones políticas.
Le seguirá un informe especial de la IEA sobre redes eléctricas, que ofrecerá un balance y perspectivas mundiales, que a su vez será seguido por un informe adicional de 3DEN ‘Redes del futuro’, que se centrará en el papel de las tecnologías digitales, en acelerar e integrar las tecnologías de energía distribuida y renovable y las acciones políticas necesarias hoy en día.
Todas estas publicaciones se utilizarán después como un espejo para reflexionar sobre las redes eléctricas de la actualidad y del futuro.