La Comisión Europea ha publicado el informe ‘Technical support for RES policy development and implementation – Simplification of permission and administrative procedures for RES installations (RES Simplify)’. Este informe de estudio final del proyecto RES Simplify evalúa los procedimientos administrativos y de autorización para proyectos de energía renovable en los 27 Estados miembros de la UE, Noruega e Islandia, con el objetivo de identificar barreras administrativas y ofrecer recomendaciones en cuatro áreas: digitalización, consolidación administrativa, compromiso público y apoyo a las políticas.
El nuevo informe de la Comisión Europea describe los procedimientos administrativos y de conexión a la red que pueden considerarse mejores prácticas. Estas buenas prácticas podrían estimular y agilizar la tramitación de permisos en países de la UE, tanto para nuevas instalaciones de energías renovables como para proyectos que están siendo repotenciados.
Mejores prácticas y balance de la legislación
El documento recopila una extensa lista de buenas y mejores prácticas en materia administrativa y procedimientos de conexión a la red. Se identifican lecciones aprendidas que podrían ser aplicadas a otros contextos, incluidos los Estados miembros, los pasos del proceso o las tecnologías.
Además, el documento realiza un balance de la implementación de las disposiciones relevantes de la Directiva de Energía Renovable de 2018 (REDII) por parte de los Estados miembros, y ofrece recomendaciones políticas.
En concreto, proporciona una evaluación comparativa de los desarrollos legislativos recientes en los países europeos, y muestra cómo los responsables políticos nacionales pueden establecer procedimientos y apoyar la infraestructura digital de una manera que sea consistente con los requisitos legales pertinentes. En definitiva, el informe muestra una hoja de ruta clara para acelerar el despliegue de proyectos de energía renovable en toda la UE.
Principales barreras para el despliegue de energías renovables
Entre las conclusiones obtenidas, el informe destaca que las principales barreras para el despliegue de tecnologías de energías renovables no eran técnicas. Las barreras administrativas se hicieron cada vez más importantes, ya que impiden la expansión de los mercados de fuentes de energías renovables. En línea con los resultados del proyecto RES Simplify, se muestra que los problemas administrativos y de red representan aproximadamente el 46% de todas las barreras (desde esquemas de apoyo débiles hasta problemas de terceros), y se espera que esta proporción aumente en el futuro.
Según el documento, para algunas tecnologías de energía renovable, como la eólica y la solar fotovoltaica, las barreras administrativas se están volviendo más críticas que las barreras políticas relacionadas con esquemas nacionales de apoyo financiero. Estas energías renovables son, por tanto, competitivas en el contexto, pero han surgido otras barreras que impiden su rápido despliegue.
Los hallazgos del informe sugieren que una gran variedad de barreras permanecen en toda la Unión Europea, Islandia y Noruega, la mayoría de las cuales son administrativas y de red. No obstante, se ha puesto en marcha un marco regulatorio en la UE, que todavía es necesario transponer a la legislación nacional y su aplicación para acelerar la transición energética en estos países.
Durante el período de investigación del proyecto, se comprobó en los países un tremendo progreso en la superación de muchas de estas barreras y que, en general, los marcos normativos están evolucionando. Los hallazgos y las recomendaciones de RES Simplify ofrecen una base sólida para futuras acciones para lograr los objetivos climáticos y energéticos de la UE.