España deber multiplicar por cinco su red de recarga de alta potencia para vehículos eléctricos (VE) con el fin de alcanzar los nuevos objetivos de reducción de emisiones de la Unión Europea. Esta es una de las conclusiones recogidas en la actualización del ‘Mapa de Infraestructura de recarga de acceso público en España, Objetivos Fit For 55’ de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC).
El ‘Mapa de Infraestructura de recarga de acceso público en España’, presentado por primera vez en 2021, tiene por objeto servir como instrumento de planificación y monitorización, marcando una metodología y hoja de ruta de despliegue coherente con la evolución que debe seguir el vehículo eléctrico ligero y pesado para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de la Unión Europea. Para alcanzar los objetivos establecidos en el paquete de medidas Fit for 55 de la Unión Europea, en 2023 España debería tener instalados 45.063 puntos de recarga de acceso público, lo que supone duplicar la red actual.
La actualización del mapa ha tenido en cuenta el aumento de exigencias de reducción de emisiones de CO2 que la UE ha marcado para los diferentes tipos de vehículos. Este aumento de ambición debe tener su reflejo en un incremento de los objetivos de penetración del vehículo electrificado hacia un escenario con un parque de turismos y furgonetas eléctricas de 4,3 millones de unidades para 2030 y 9,8 millones para 2035, lo que representa un 60% y un 100% de cuota de mercado electrificado, respectivamente.
Infraestructura de recarga de alta potencia
De acuerdo con los nuevos objetivos, ANFAC ha actualizado su propuesta para planificar y monitorizar anualmente, a nivel cuantitativo y cualitativo, el desarrollo necesario de infraestructura de recarga de acceso público a nivel nacional, autonómico, provincial y de los principales corredores. Así, resulta una red mínima de aproximadamente 45.000 puntos de recarga para 2023, 91.000 en 2025, 300.000 en 2030 y 610.000 en 2035.
El nuevo Reglamento relativo a la implantación de una infraestructura para los combustibles alternativos (AFIR) de la Comisión Europea añade la necesidad de que los puntos de recarga tengan potencia y capilaridad y establece objetivos vinculantes de despliegue para los Estados miembros. De esta propuesta, se concluye que para 2030 España debería disponer de 322.000 puntos de recarga.
En este sentido, la propuesta de ANFAC parte de unos niveles superiores de potencia necesaria para los vehículos eléctricos e híbridos enchufables, ya que la tecnología está evolucionando rápidamente hacia potencias de carga mucho mayores. En concreto, parte de una potencia de 3 kW para los vehículos eléctricos y de 2 kW para los híbridos enchufables.
A cierre de 2022, de los 18.128 puntos de recarga de acceso público que había en España, solo el 3,8% era de alta potencia (igual o superior a 150 kW). ANFAC advierte de que el país debería multiplicar por cinco su red de recarga de alta potencia para que el vehículo eléctrico pueda ser empleado en trayectos de larga distancia por carretera, permitiendo tiempos de carga de entre 15 y 27 minutos.
Según el Mapa de Infraestructura de recarga de acceso público, actualmente existen 698 puntos de recarga públicos de alta potencia en España, pero se precisa del funcionamiento de 3.513 en 2023 para cumplir con las metas del Fit for 55.
ANFAC también destaca que el desarrollo de una red de recarga de acceso público con suficiente capilaridad y calidad es esencial para la descarbonización del transporte pesado de mercancías y viajeros.
Este tipo de vehículos requiere muy altas potencias, de 150 a 1.200 kW, y una capilaridad mínima a lo largo del territorio nacional. Esto da como resultado una red mínima de 436 puntos de recarga de acceso público para 2023, 872 en 2025, 1.512 en 2030 y 1.614 en 2035, con potencias distribuidas entre 350 kW, 800 kW y 1.200 kW.
Medidas para impulsar el despliegue de puntos de recarga
Desde ANFAC apuntan que para alcanzar los objetivos mínimos del Fit for 55 es necesaria la puesta en marcha de nuevas y eficaces medidas que impulsen la electrificación en España. Por ejemplo, el lanzamiento de una plataforma pública de información que sirva de referencia y facilite a la ciudadanía información en tiempo real sobre los puntos de recarga en funcionamiento o la creación de un centro estatal para el desarrollo de infraestructura de recarga de acceso público que permita monitorizar y garantizar un despliegue efectivo de la red.
También sugiere la mejora en la concesión de las ayudas del Programa de incentivos ligados a la movilidad eléctrica (Moves) con subvenciones directas en el momento de la compra y no tributables, la simplificación de los trámites administrativos para la puesta en marcha de puntos de recarga y cambios fiscales para ayudar a la ciudadanía y a las empresas a postar por las tecnologías limpias.