La nueva ley para garantizar que las baterías se recojan, reutilicen y reciclen en la Unión Europea entró en vigor el pasado 17 de agosto. El nuevo Reglamento sobre baterías garantizará que, en el futuro, las baterías tengan una huella de carbono baja, utilicen un mínimo de sustancias nocivas, necesiten menos materias primas de países no pertenecientes a la UE y se recojan, reutilicen y reciclen en gran medida en Europa.
La demanda de baterías está aumentando rápidamente, se prevé que se multiplique por 14 a nivel mundial para 2030 y la UE podría representar el 17% de esa demanda, debido principalmente a la electrificación del transporte. Este crecimiento exponencial de la demanda de baterías conducirá a un aumento equivalente de la demanda de materias primas, de ahí la necesidad de minimizar su impacto medioambiental.
El Reglamento sobre baterías es la primera pieza de legislación europea que adopta un enfoque de ciclo de vida completo en el que el abastecimiento, la fabricación, el uso y el reciclaje se abordan y consagran en una sola ley.
El trabajo se centrará ahora en la aplicación de la ley en los Estados miembros de la UE y en la redacción de la legislación secundaria (actos de ejecución y delegados) que proporcione normas más detalladas.
Nuevo Reglamento sobre baterías
A partir de 2025, el reglamento introducirá gradualmente requisitos de declaración, clases de rendimiento y límites máximos a la huella de carbono de los vehículos eléctricos, medios de transporte ligeros (como bicicletas eléctricas y scooters) y baterías industriales recargables.
Asimismo, el Reglamento sobre baterías garantizará que las baterías comercializadas en el mercado único de la UE solo puedan contener una cantidad restringida de sustancias nocivas que sean necesarias. Se revisarán de forma periódica las sustancias preocupantes utilizadas en las baterías.
En cuanto a los objetivos de eficiencia del reciclaje, recuperación de materiales y contenido reciclado, se introducirán gradualmente a partir de 2025.
Todos los residuos de baterías recogidos deberán reciclarse y deberán alcanzarse altos niveles de recuperación, en particular de materias primas críticas como el cobalto, el litio y el níquel. Esto garantizará que los materiales valiosos se recuperen al final de su vida útil y se reintegren a la economía mediante la adopción de objetivos más estrictos para la eficiencia del reciclaje y la recuperación de materiales a lo largo del tiempo.
Otros contenidos de la ley sobre baterías más circulares y seguras
Por otro lado, a partir de 2027, los consumidores podrán retirar y reemplazar las baterías portátiles de sus productos electrónicos en cualquier momento del ciclo de vida. Esto alargará la vida de estos productos antes de su eliminación final, fomentará su reutilización y contribuirá a la reducción de los residuos posconsumo.
También se proporcionarán datos clave en una etiqueta para ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas sobre qué baterías comprar. En concreto, un código QR dará acceso a un pasaporte digital con información detallada de cada batería que ayudará a los consumidores y especialmente a los profesionales de la cadena de valor en sus esfuerzos por hacer de la economía circular una realidad para las baterías.
Además, según las obligaciones de diligencia debida de la nueva ley, las empresas deben identificar, prevenir y abordar los riesgos sociales y ambientales relacionados con el abastecimiento, el procesamiento y el comercio de materias primas como el litio, el cobalto, el níquel y el grafito natural contenidos en sus baterías.