Un informe conjunto de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) y la Agencia de la UE para la Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) subraya la necesidad de duplicar la flexibilidad del sistema eléctrico europeo de aquí a 2030, para seguir el ritmo del crecimiento de las fuentes de electricidad renovables variables, como la eólica y la solar.
El informe ‘Soluciones de flexibilidad para apoyar un sistema eléctrico de la UE descarbonizado y seguro’ demuestra cómo los Estados miembros podrían aprovechar las sinergias de colaboración para desbloquear la flexibilidad y mejorar la seguridad energética, contribuyendo al mismo tiempo a la neutralidad climática a largo plazo.
Las palancas clave incluyen una mejor planificación y previsión transfronterizas, un mayor uso de interconectores, así como incentivos financieros e información confiable para que los consumidores de electricidad adapten la demanda cuando sea necesario.
Interconexión eléctrica, respuesta a la demanda y ahorro de energía
Con el objetivo del 42,5% de energías renovables de la UE para 2030, en comparación con el 22% en 2021, esta década registrará una descarbonización acelerada del suministro de electricidad de la UE. Entre otras conclusiones, el informe subraya que una mejor interconexión eléctrica es clave. Se deberían construir más redes transfronterizas y utilizar mejor la capacidad de la red existente. El informe revela que los interconectores existentes y planificados facilitan que la flexibilidad se comparta a través de las fronteras, y en 2030 podrían reducir la necesidad de suministro de energía en una cantidad equivalente al consumo de electricidad de Suecia en 2022.
Asimismo, según el documento, una combinación de respuesta a la demanda y ahorro de energía no sólo reduce las facturas de energía sino que también proporciona una flexibilidad muy necesaria, facilitando así las energías renovables y respaldando la seguridad del suministro energético de Europa. Además, el informe destaca la importancia de permitir que las señales de precios impulsen las inversiones y el comportamiento de los consumidores, ya que los consumidores también necesitan información confiable para tomar decisiones bien informadas.
El informe de la AEMA y ACER pide a los Estados miembros que evalúen mejor y tengan evaluaciones complementarias a nivel nacional y de toda la UE de las necesidades de flexibilidad. Y añade que, para fomentar políticas comunes a través de las fronteras, los países de la UE podrían introducir la cooperación regional en materia de flexibilidad en sus Planes Nacionales de Energía y Clima, e incluir datos energéticos detallados en sus proyecciones de emisiones de gases de efecto invernadero.